El Padrino [JOHNMARK]

CapÍtulo 18 P2

Johnny siente el momento en que Mark se rinde; emite un gruñido que suena como alivio y profundiza el beso, baja las manos por el cuello del contrario, pasa por su pecho hasta la cintura, mete las manos debajo de su camiseta y presiona sobre la piel desnuda, abriendo las palmas sobre su espalda, utiliza esto para tirar de Mark.

Mark no puede pensar; lleno de lujuria, deseo y necesidad, y su corazón martillea dolorosamente contra sus costillas, porque desea a este hombre como nunca ha deseado nada en su vida, y lo necesita, en este momento no hay más barreras entre ellos, no más pensar en lo que es correcto.

Porque ahora mismo, en este momento, esto se siente correcto. Esto se siente como la mejor decisión que jamás haya tomado.

Interrumpe el beso, jadeando, y sus manos empiezan a intentar, con frenesí, abrir los botones de la camisa de Johnny; y luego este lo ayuda, sus dedos chocan entre sí mientras se apresuran para abrir la camisa y entonces todo el torso de el mayor está expuesto a él y finalmente puede pasar sus dedos por ese pecho, arrastra las uñas sobre su piel, y su aliento queda atrapado en su garganta a medida que avanza hasta llegar al cinturón de Johnny para abrirlo. Se detiene por un momento y lo mira, pero este no le da tiempo de decir nada; lo toma por la nuca para devorarlo con otro beso mientras lo aparta de la pared y con un movimiento repentino lo gira hasta presionarlo contra el borde de la barra, su lengua no le da tregua, y su codo golpea contra el frutero en su intento de recuperar el equilibrio, y este cae al suelo, pero no le importa porque Johnny le está sacando la camiseta por encima de la cabeza, extendiendo sus enormes manos sobre las costillas de Mark, y no deja de mirarlo como si quisiera comérselo.

Se detiene un momento para respirar, y luego John lo gira y lo empuja hacia abajo sobre la barra de desayuno, su pecho desnudo queda presionado contra el azulejo, con los dedos se agarra al borde de la superficie como a un salvavidas.

El más alto da un tirón a sus pantalones y bóxers hasta bajarlos alrededor de sus muslos, completamente descuidado, y luego arrastra su mano alrededor del muslo de Mark para llegar al frente, se presiona caliente sobre su espalda, le da un beso con la boca abierta humedeciendo su nuca.

Mark apenas puede respirar, y aprieta los ojos dejando caer la frente contra la barra, escucha el fuerte latido de su corazón mientras Johnny abre la cremallera de sus propios pantalones con una mano y con la otra sigue acariciando el miembro de Mark.

El más bajo dice con urgencia—: Necesitamos lubricante.

—No vamos a parar por lubricante —gruñe Johnny, liberando el miembro de Mark y se retira de su espalda, lo siguiente que sabe es que el otro ha caído de rodillas detrás de él y arrastra la lengua por encima de su agujero.

El contacto causa espasmos por todo su cuerpo, el placer va inundándolo conforme John intenta penetrar su agujero con la lengua, llenándolo con saliva empuja contra el músculo, tratando de ganar la entrada. Mark gime, y relaja toda la tensión en su cuerpo para que el mayor consiga entrar, se concentra en la lengua empapandolo y las manos acariciando sus muslos y luego, de repente, gloriosamente, Johnny empuja a través del músculo y está dentro, gimiendo contra el orificio de Mark causándole un placer abrumador.

Nadie le había hecho esto en tanto tiempo, que casi había olvidado lo increíble que se siente ser estimulado de esta manera. Siente la succión caliente y resbaladiza, el ataque implacable contra su entrada, el aliento caliente de John y la saliva cubriéndolo, haciéndole gemir y rodar sus caderas hacia atrás, tratando de obtener más. Suh asalta su agujero como si no pudiera tener suficiente, como si no quisiera parar nunca.

Lo hace hasta que todo el cuerpo de Mark se está derritiendo alrededor de su lengua, hasta que está laxo y tembloroso, gimiendo lastimeramente porque al parecer no puede contenerse, el sudor recubre su piel y está viendo estrellas en sus ojos y todo el mundo se ha reducido a este momento de placer que la lengua de Johnny le da desde el fondo de su agujero. Hay tanto placer corriendo por sus venas pero necesita más ahora, necesita más de Johnny.