Capítulo 16

219 28 45
                                    


No ve a Johnny de nuevo, hasta el día siguiente. Está en el trabajo, Jaemin le cuenta lo que hizo durante los días festivos y cuando mira por la ventana, justo en ese momento el mayor pasa caminando por ahí.

Camina precipitadamente hacia la puerta, deja a Jaemin hablando solo, en realidad no sabe qué va a decirle a Johnny, sólo tiene que verlo.

Pero se detiene en la puerta, porque John ya está ocupado. Está hablando con un muchacho afuera de la tienda en la esquina, le habla acercándose a él, como lo hace con Mark, y todo lo que está murmurándole parece agradar al muchacho porque sus párpados se entrecierran y asiente con la cabeza, luego Johnny saca su teléfono, escribe algo mientras continúan hablando.

No sabe cuánto tiempo se queda ahí mirándolos pero al final el muchacho se aleja, mirando a Johnny y prolongando una sonrisa coqueta mientras lo hace, y luego gira como si sintiera la mirada de Mark, se sostienen la mirada desde el otro lado del camino.

Él se pregunta si Johnny se dió cuenta que todo el tiempo estuvo ahí, observando la interacción.

Sale de la cafetería para acercarse y Johnny se aleja de la tienda de la esquina para encontrarse con él en el medio, se detienen uno frente al otro, parece una escena sacada de una película del Salvaje Oeste.

Es ridículo, y las manos de Mark están temblando.

Intenta un simple hola.

—Mark.

Traga saliva—. ¿Dónde has estado?

—Aquí y allá.

—Yuta va a empezar a preocuparse.

—Él sabe cómo soy —dice Johnny—, que yo desaparezca durante unos días no es nada nuevo para él.

Mark asiente con la cabeza y se lame los labios, desea más que nada en el mundo que Johnny de una pista, una mirada, el brillo en sus ojos o algo—. ¿Tú estabas... estabas guardando el número de ese chico?

—Sí —vacila antes de añadir—. Para planear algo juntos.

—¿Qué, cómo que plan, ir a tomar una copa? —las entrañas de Mark se retuercen con desagrado, inspecciona con su mirada la cara de el más alto, sin encontrarse con nada más que vacío, sus ojos no reflejan nada en absoluto.

La sonrisa de Johnny es retorcida, llena de insinuaciones y completamente, desesperadamente, falsa—. Probablemente no ese tipo de plan.

—No —la palabra sale de la boca de Mark antes de que tenga la oportunidad de contenerla.

Algo aparece en la cara de Johnny entonces, un indicio de la verdad que oculta—. ¿No? ¿Qué no tenga sexo con ese chico?

El menor  traga, se acerca un poco para poder bajar la voz—. No tengas sexo con nadie.

Parece que miles de pensamientos recorren la cabeza de John y ninguno de ellos es satisfactorio—. Un hombre tiene necesidades, Mark.

—Lo sé, pero... te vas en unos pocos días, ¿Verdad? Y entonces yo... no tendré que saber.

—Mientras tanto —dice, lentamente y la expresión en su cara sugiere que no puede creer lo que está escuchando—, tengo que ver cómo te casas con alguien.

—Sé que no es justo...

—¿No es justo? ¿Al menos te das cuenta de lo que me estás pidiendo?

—Johnny, por favor... —tomándolo por el brazo, tira de él hacia el callejón. Por alguna razón, el hombre no se resiste y eso da esperanza a Mark—. Esta... esta cosa —dice en voz baja. Tiene los ojos fijos en el pecho de John en lugar de mirar la reacción en su cara—. No sé lo que es y no sé lo que estoy haciendo, me voy a casar con tu mejor amigo en unos pocos días, yo solo... —entonces mira lo mira a los ojos y al hacerlo recibe un soplo de valor—. Todo lo que sé es que no puedo soportar la idea de verte con otra persona y sé que estoy siendo completamente irracional, pero...

El Padrino [JOHNMARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora