Después de la fiesta, la depresión vuelve a aparecer.
¿No son suficientes las noches de pasión?
El eco de mi voz lastima menos cuando son las paredes de mi casa y no las de mi cabeza quienes me lanzan de vuelta todas mis idioteces.
Le regalé al espejo una navaja, indiferente como siempre queriendo molestar a mi mente.
El reflejo tatuó en mis pómulos el dolor.
Con el cigarro, la cicatriz cauterizó.
El ardor se lo robé a besos al alcohol, la botella la última gota me negó.
Todo de nuevo me da vueltas, el vicio luminoso solo me pone más ansioso.
Se repite mi círculo vicioso, al final ya no hay nadie en mi cama, al final estoy solo en mi sala.
Me pone triste saber, que sea como sea, volveré a estar solo otra vez.
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Mi lugar más triste.
PoesíaLos sentimientos y experiencias más íntimos, el acercamiento lingüístico a lo real, entrego un poco de lo que soy, lo que siento y lo que he vivido, un espacio en donde me permito amar, llorar y hasta odiar. Bienvenidos a mi lugar más triste. Antolo...