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Capítulo 16.

Rubí.

Estoy sentada con Elizabeth que le estoy contando mi día ayer con Alexandre y empieza a gritar como loca.

—Ve, ¿en serio? ¿en serio te mamo la cuca?

—¡Que sí y ve, baja la voz!—le exigí y se disculpó, empezó a taparse la boca y a reírse

—¿Vos te viniste?

—Sí...—contesté sonrojada por primera vez al hablar con Elizabeth de todo esto

Normalmente nunca me sonrojaba y lo contaba como algo normal, pero esta vez no.

—¡DIOS BENDITO!—gritó Elizabeth y todo mundo nos quedó mirando

—¡Que te calmés, Elizabeth!

Vi que entro una chica peli negra alta y extrajera entro al restaurante y se sentó en una mesa. Elizabeth pelo los ojos, normalmente casi extranjeros no venían y hoy era la excepción.

Me paré de la mesa y caminé hacia ella

—Buenas...—no termine de decir y la vi fijamente, era una de las chicas que estaba con Alexandre esa noche, no la había reconocido, pero era la misma

—¡Bonjour, Rubí!—dijo mi nombre y yo pelé los ojos

—Ve, disculpa pero, ¿cómo vos sabés mi nombre?—le pregunté y ella sonrió tímidamente

—Alexandre me lo dijo.

—Ya. ¿Vos sos la hermana?

—Sí, Rubí. Un gusto, Camille Dumont.—se paró de la mesa y me dio dos besos en la mejilla y luego sonrío

Le sonreí y ella volvió a sentarse

—Ve, ¿Tu hermano te mando?—le pregunté sin rodeos

—En realidad no, Rubí. Quise venir a comer y hacerte una invitación.—me dijo también sin rodeos y pelé los ojos otra vez

—¿Invitación?

—Sí. Mira, hoy estoy de cumpleaños y voy hacer una fiesta en el bar.

—Ya. ¿Hoy?—dije recordando que apenas era Jueves

—Sí, hoy. Vine también a probar las delicias de tu restaurante y a invitarte.

—Ya.—dije dándole el menú y ella empezó a leer el menú

—Mmm, las papas rellenas suenan bien.—me sonrío

—¡Hágale, ya se las traigo!

Me quedo mirando de arriba hacía abajo y por un momento pensé que era una odiosa y que era la típica gomela que se sentía superior solo por ser elegante y con plata.

—Eres muy hermosa, Rubí. Je comprends déjà pourquoi tu rends fou mon frère.—me halagó y luego empezó hablar su idioma que no entendía

Traducción: Ya entiendo porque traes loco a mi hermano.

—Gracielas, lo último no lo entendí.

—¡Réstale importancia!

—Feliz cumpleaños, señorita Camille, espero vos la pasés bien.—la felicité y ella me agradeció, enseguida caminé hasta la cocina y les encargué el pedido de Camille

Después de varios minutos, vi que ya salía el pedido de Camille y Sebastián lo iba a llevar.

—¿Por qué no querés que lo lleve? Vos podes atender las otras mesas con Elizabeth.

Lágrimas con sabor a muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora