Contrapropuesta

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- Aquí están tortolitas. Guillermo las interrumpió.

Valentina volteó a verlo con fastidio.
- Tu papá te está buscando, están por servir la cena.

Valentina besó la mano de Juliana y después la tomó para avanzar hacia al salón.

Compartieron sonrisas, risas nerviosas,  miradas cómplices y roces de mano durante toda la cena. Prácticamente estaban ignorando a todo el mundo y estaban inmersas en esa nueva dinámica que acaban de construir.

El presidente no dejó de verlas ni un solo momento. Cuando la cena y el brindis por la nueva presidente se dio, León se acercó a ellas.

- ¿Les gustó la cena? Preguntó amable.

- Muy rica como siempre papá. Le respondió feliz Valentina.
Juliana sonrió ligeramente, el señor Carvajal era intimidante y sabía que seguramente este era el momento en que querría hablar con ella, y ahora que sabía la razón, estaba más que nerviosa.

- Hija ¿me puedo robar a tu novia un momento?
- Puedes decirle lo que necesites ahora papá. Sonrió Valentina. Sabía que seguramente la cuestionaría sobre las fotografías y quería ahorrarle a Juliana ese momento.

- Preferiría que fuera a solas, sólo será un momento. Sonrió su padre de vuelta.

Juliana se paró de la mesa muy nerviosa.
- Espera. Valentina la jalo ligeramente para darle un corto beso en los labios.

León guió a Juliana hacia una sala en la que no había nadie.

- Toma asiento, ¿quieres una copa de vino?
Le preguntó amable a la morena.

- No, muchas gracias. Respondió intentando ocultar sus nervios.

- Bien, iré al grano Juliana. Me agradas. Y se que a mi hija le agradas más, noto lo feliz que la haces y eso me hace feliz a mi también.

- Es lo único que quiero, que sea feliz. Respondió segura Juliana.

- Pero me preocupa mucho que salga lastimada. Te mira como si no hubiera nada más valioso en este mundo y si la dañas la destrozaría.

- No tengo intensiones de lastimarla señor. Si lo dice por las fotos, de verdad fueron un mal entendido, fueron sacadas de contexto...

- Lo mismo me dijo Valentina. La realidad es que soy más viejo que mi hija y tengo mucho más experiencia que ella.

Juliana no supo que responder, ¿que estaba insinuando?

- Pague una fuerte cantidad de dinero para evitar que esas fotos salieran a la luz.

- Lo siento, yo puedo paga...

- Y la verdad es que pagaría cientos de veces más para mantener a mi hija protegida. Interrumpió León.

Juliana no dijo nada.

- ¿Cuánto dinero quieres para dejar a Valentina? Preguntó serio.

- ¿Qué? No quiero su dinero o el de Valentina.
Respondió indignada Juliana. Lágrimas de enojo se contenían en sus ojos cafés.

- Entiendo que tu mamá está enferma y necesita una cirugía muy costosa, seguramente mi hija ya se ofreció a pagarla y no me mal entiendas están comprometidas, tú mamá sería  parte de la familia también. Pero puedo aumentar por mucho esa cifra, tal vez 10 millones de pesos, más que suficiente para la cirugía y comenzar algo.

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