Esquivar

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Era ya de noche, no tenía ni siquiera un mensaje de Valentina, a estas alturas se le hacía extraño, los últimos días habían hablado prácticamente diario. "Ayer me invitó a una cita, una real y hoy nada" pensó Juliana "bueno tomaré la iniciativa esta vez"

- Voy a comprar un café mamá, ahora vuelvo.
Se excusó con su mamá y salió para llamar a Valentina.

Un timbre, dos timbres, tres timbres, nada, sonó el buzón de la heredera.

Ahora estaba preocupada, Valentina prácticamente vivía pegada a su teléfono.

Hola, se que es algo raro, pero extrañé saber de ti hoy ¿todo bien?
Le escribió a Valentina. Fue a la cafetería por un café y después volvió al cuarto con su mamá. Y no, aún no había respuesta.

Juliana miraba ansiosa el celular.

- ¿Quién esperas que te llame mija? Le preguntó su mamá.

- Nadie Lupe, estoy viendo Instagram.

- Tú te traes algo ¿Qué te tiene así? ¿Te peleaste con Vera?

- No, bueno si tuvimos un mal entendido pero ya lo arreglamos.

- Vera es una buena chamaca, de verdad es como otra hija, pero me da gusto que ya no andes tanto tras de ella mija.

- ¿De que hablas ma?

- Pues que siempre estuviste enamorada de ella, pero siento que ya lo superaste y me da gusto por ti, y por su amistad que es tan bonita.

- Ay Lupe siempre has sido bien mirona por eso te das cuenta de todo.
Sonrió Juliana, su mamá siempre sabía que decirle para hacerla sentir mejor.

- Pues por eso soy tu madre, pero dime mija ¿quien te tiene así? Es la Directora ¿verdad?

"¿Qué? ¿Cómo su mamá podría saberlo?"

- ¿Por qué lo dices? Preguntó nerviosa.

- Pues me di cuenta de cómo te miraba, o sea poco le faltaba para babear. Y tú también a ella eh mija, no te hagas. Le contestó divertida.

Juliana se puso totalmente roja, todos pensaban que entre ellas había algo, y aunque le parecía extraño, que lo pensara su mamá, la persona que mejor la conoce en el mundo le confirmaba algo que había estado intentando bloquear.

- ¿Te peleaste con Valentina o qué pasó entonces?

- Es muy complicado ma, en cuanto estés mejor te cuento, pero no hay nada de que preocuparse. Sonrió Juliana.

- Pues invítala a salir mija, ve a cenar ahorita con ella o mañana ve a buscarla. No tienes que estar todo el día pegadota conmigo. Además ya tienes que ir a trabajar.
Termino regañando su mamá.

- Le escribiré a Lucia para avisarle que mañana me presento. Rio Juliana y después miro su teléfono de nuevo. Ya había pasado una hora y no había señal de Valentina.

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Al día siguiente Juliana llegó temprano al trabajo con la esperanza de encontrarse a Valentina, estaba tan ansiosa por verla que incluso olvidó que todos la verían ahora como la prometida de la futura presidente Carvajal.

Y ahí estaba caminando a lado de Sergio esperando subir al ascensor, Juliana aceleró el paso para alcanzarlos, apenas pudo subir al mismo elevador antes de que se cerrara la puerta.

- Buenos días. Dijo sonriente.

La única respuesta que recibió fue de Sergio. Valentina simplemente sonrió con mucho esfuerzo. "¿qué le pasa? ¿Dije algo malo la última vez que nos vimos?" Pensó Juliana muy confundida con el comportamiento de Valentina.

- ¿Cómo estás Val? Preguntó tímida.
Valentina presionó un botón del elevador.

- Perdón, olvide algo en mi auto. Las puertas se abrieron y Valentina salió rápidamente sin decir nada más.

Sergio se quedó igual de confundido e incómodo en el mismo ascensor.

- Juliana ¿Cómo sigue tu mamá? Preguntó para aliviar la tensión.
- Está estable, gracias Sergio.
- Hoy por la noche es la cena con los socios del grupo, Valentina me pidió preguntarte si estarías disponible. Dijo amable el asistente de su falsa prometida.

"¿Por qué no me preguntó ella como siempre?"
- Ammm, si, sin problema. Respondió confundida Juliana.

- Bien, perfecto, una camioneta te recogerá en tu casa a las ocho ¿está bien?

- ¿No llegaré con Valentina entonces?

- Amm, no, ella tiene muchos pendientes, se encontrarán allá.

- Está bien. Respondió decepcionada.

- También me pidió preguntarte si necesitas ir de compras antes, de ser así yo puedo acompañarte.

"Valentina me acompañaba a comprar, debe estar arrepentida de invitarme a una cita"

- No, estoy bien, gracias. Este es mi piso, buen día Sergio. Intentó sonreírle.

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- ¿Ya me vas a contar que traes con Juliana?
Sergio le preguntó a Valentina al verla entrar a su oficina.

- Shhhh. Cierra la puerta y te cuento. Regañó Valentina.

- Una revista de quinta envió unas fotos para chantajear a la empresa.

- ¿Qué fotos? Preguntó confundido Sergio.

- Unas de Juliana con Vera.

- ¿Y por qué el misterio? Sergio no entendía nada.

- Se estaban besando.

- Ouch.

- Exacto. Te lo dije, a Juliana le gusta Vera y yo nunca tuve una oportunidad.

- Pero espera, ¿Qué te dijo Juliana sobre las fotos?

- No le dije ¿Quién soy yo para cuestionarla? Si ella quiere estar con Vera, espero que sea feliz.

- Pero no sabes si quiere estar con ella. Solo son unas fotos, ni siquiera sabemos si son fotos viejas, si Vera la besó a la fuerza y ella le gritó después "yo amo a Valentina Carvajal". Bromeó Sergio, Valentina río un poco.

- Ves muchas novelas. Río Valentina.

- No, en serio, habla con ella.

- El amor no es para mi, una vez más me rompieron el corazón. Valentina dijo haciendo un puchero involuntario.

Sergio se acercó para confortarla.

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