2: Cigarro

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Lleve mi ropa a mi pecho sintiendo que el corazón me saldría en cualquier momento andando, ¿acaso aquí era normal entrar en las habitaciones sin avisar y sin hacer ruido? Quise gritarle que se fuera en ese momento, pero algo hizo click en mí al ver su sonrisa. Aunque ya lo había visto, esta vez era distinto, era como si todo se parase, algo en mi cabeza me gritaba que saltase de la ventana y huyese, pero había una pequeña parte de mí que quería quedarse. No sé por qué decidí hacer caso a esa pequeña parte.

—¿Qué haces aquí?

Demande mientras caminaba hacía la puerta, él sonrió más, luego bajo la cabeza avergonzado, como un cachorro que acaba de ver por primera vez a su dueño.

—Venía a presentarme, soy Jacob.

—Hola, soy Primrouse.

—Hola.

Nos quedamos en un incómodo silencio, le pedí con la mano que se apartará, él obedeció. Entre al baño, y antes de cerrar la puerta lo escuche hablar, otra vez.

—¿Qué?

Pregunte de forma genuina sin entender lo que había dicho, abriendo la puerta para verle la cara.

—Yo, emm, ¿te apetecería venir un día a la Reserva? Para qué no te pierdas la próxima vez.

Arrugue el centro en forma de desagrado y enfado, ¿quién era él para decirme eso? Cerré la puerta dejándolo solo en el pasillo. Abrí la llave del agua y espere paciente para darme el baño.

{...}

Observé el humo salir de mi boca y crispar mi vista, era relajante vivir cerca del bosque. En Grimmauld Place no había apenas ventanas.

—¡Rouse baja!

Llamó Charlie, escuche sus pasos por la escalera, maldijo y apague el cigarrillo en el marcó de la ventana. Tire la colilla y me giré al tiempo que abría la puerta. Sonreí de forma culpable, si Charlie se enteraba avisaría a Harry y él me mataría.

—Hola, tío, ¿me has llamado?

—Eh, si, si quieres ven a cenar, así te presento a Billy y a su hijo.

—Oh, vale.

Bajamos y nos sentamos a comer junto al resto.

—La pequeña Primrouse.

Dijo el hombre en silla de ruedas, supongo que era Billy. Le sonreí falsamente.

—Hola señor, ¿qué tal está?

Que no se diga que mi madre no me enseño modales, solo eso me enseño.

—¡Ja! No me llames señor, llamame Billy, te conozco desde pequeña, ¿te acuerdas de mí?

Miré a Charlie pidiendo ayuda, ¿debía acordarme de él?

—¿Acordarse?

Pregunto Bella hacía su padre.

—Rouse estuvo tres semanas en Forks hará unos años, ¿Cuántos años hace?

Divago Charlie, sabía cuantos años hacía, fue uno de mis últimos veranos con los Dursley.

—Hace siete años.

Bella soltó un sonido de entendimiento y luego volvió a centrar toda su atención en Jacob, era asqueroso ver cómo le hablaba poco antes de su boda.

—Bueno, él es Billy y él es Jacob.

Hizo las presentaciones Charlie, asentí mirando al más joven y volví mi vista a mi plato, comería la pizza rápido y luego subiría. Fumaría un poco para luego acostarme.

–Primrouse—puse una mueca ante mi nombre completo—, Jake me ha dicho que una chica pelirroja estaba hoy perdida en la Push, supongo que eras tú.

Ojalá Billy no fuera una persona mayor, sino la fulminaria con la mirada. Miré hacia el techo evitando los ojos inquisitivos de Charlie. Me rendí al escucharlo decir mi nombre, al tiempo que Jacob reía.

—Me sentía algo agobiada así que salí al patio a tomar aire fresco—esperé que con eso sirviera, pero la mirada de Charlie me hizo saber que no—, entre en el bosque y vi a una araña caminar, la seguí hasta que llegó a su telaraña—recordé al lobo y sentí un escalofrío—, pensé que me llevaría hasta una araña más grande pero al parecer eso es una mentira de Ron. Bueno, entonces vi algo hermoso y terrorífico, muy terrorífico; un lobo gigante, más grande que un oso, castaño y de ojos oscuro; me miraba fijamente, luego escuche un ruido y salió corriendo.

—Dime que no lo seguiste.

Rogó escandalizado Charlie, sonreí culpable encogiendome de hombros.

—Sí había algo en el bosque no me iba a pillar—observé que los tres restantes me miraban concentrados—, es que el lobo salió corriendo, casi como si huyese de algo, y yo no me iba a quedar a ver de que huía. Pare de correr cuando llegué a un acantilado, entonces baje a la Push porque estaba perdida y vi a un grupo de gente, luego me vine caminando sola.

Jacob empezó a reírse cómo si le hubiera contado un buen chiste, su padre lo miraba con reproche, y Bella estaba con su expresión de muerta como siempre.

Cuando termine de cenar me despedí y subí a mi habitación. Abrí la ventana con sigilo, entonces escuché la conversación que tenían abajo Bella y Jacob. Encendí el cigarro y me puse a escuchar.

—Debes decírselo Jacob, debe saberlo.

Exigió Bella apuntandole con el dedo.

—Lo sé, pero no es tan fácil, no puedo llegar y decirle; "hola chica a la que no conozco, oye estamos destinados el uno para el otro y tenemos que estar juntos". Necesitamos tiempo.

—¿O qué?

—Podría quedar como un loco, o un obsecionado.

—Podría dejárselo caer.

—¿Harías eso por mí?

Miré el cigarro, me quedaba la mitad, le dí otra calada, la conversación era interesante.

—Eres mi mejor amigo Jake, solo quiero que encuentres al amor de tu vida como yo lo he hecho.

—Muchas gracias Bella.

—¡Jacob!

El grito se Billy hizo que terminase la conversación, bufé aburrida, quería seguir escuchando por dónde iba. Me terminé el cigarro, espere a que se fueran y luego lo deje caer apagado.

Me senté en la cama pensando en el lobo, ¿por qué habían reaccionado así? Bella entró en la habitación, estaba nerviosa, supuse que por la conversación con Jacob. Cogió su pijama, y se cambió. Luego se sentó a mi lado.

—¿Vamos a dormir?

Pregunto mordiendo su labio. Asentí, nos acostamos, cuando la escuche suspirar supe que sería una noche muy larga.

MAGIC //Jacob Black//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora