Siento como tu respirar tranquilo acaricia mi cuello y como tus brazos rodean mi cuerpo de manera protectora porque yo se que temes que los monstruos que viven con nosotros me ataquen de nuevo. Tranquilo. Estaré a salvo siempre y cuando los rayos del sol alumbren esta habitación. Siempre estoy a salvo cuando tu sonríes, y cuando al despertar me besas con delicadeza se que hoy va a ser un buen día.
- Buenos días Pat – Escucho tu voz aun adormilada y sonrió, estirando mi cuello para depositar un pequeño e inocente beso en la punta de tu nariz.
Recuerdo que hacía eso cuando éramos adolecentes y yo me quedaba a dormir en tu casa porque en la mía todo iba de mal en peor. Tú me abrazabas y me susurrabas que debía dejar de preocuparme tanto, que tarde o temprano las cosas iban a mejorar.
Recuerdo que fue en esa época cuando descubrí que estaba enamorado de mi mejor amigo. De ti. Y tenía tanto miedo de que al enterarte quisieras alejarte de mí y eso sabía que no podría soportarlo. Siempre me viste como a un hermano y yo a ti como un amor platónico. Me contabas de las cosas maravillosas que sentías al estar enamorado como si yo no supiera lo que era esa sensación en el estomago y el cómo tu mundo entero logra ponerse de cabeza por una persona. Yo me repetía que no estaba bien lo que sentía por ti porque a ti no te gustaban los hombres y aunque así fuera sabía que nunca te fijarías en mí. Era un niño gordo, con piel blanca como un diente de leche y cabellos rubios de princesa. Conocía tus tristezas y tus alegrías, me sé de memoria tus historias de amor y desilusiones porque al final siempre estuve ahí para ayudarte a recoger los pedazos rotos, incluso puse partes mías porque faltaban tuyas y yo quería darte un corazón completo.
Siempre te he amado más de lo que nadie nunca haya hecho y pueda hacer.
Nuestra primera vez juntos fue cuando nos emborrachamos y estábamos jugando verdad o reto con Gerard y Frank. Uno de ellos te había retado a que me besaras. Tú hiciste una mueca de asco que rompió mi corazón pero después no pudimos detenernos. La ropa fue sobrando, estorbando, y cuando a la mañana siguiente despertamos abrazados prometimos que íbamos a hacer como si nada hubiera ocurrido. Si claro.
- ¿En qué piensas nene? – Tu voz me devuelve a la realidad
- Los amigos duermen en camas separadas
Te veo sonreír grande y luego te acercas a besar mis labios suavemente y con amor. Después de todo así se besan dos personas que se aman.
¿Verdad Pete?
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Los demonios de Patrick Stump |Peterick| Mpreg
Hayran KurguPara mi querida flore... ¡Orquídea! <3 OrquideasEnLaAlacena OBRA REGISTRADA EN SAFECREATIVE, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. CÓDIGO: 1508204919719