Monotonía. Esa era la palabra que definía la relación entre Sangah y Beomgyu. Monotonía. Cuando el pelinegro hacía una instrospección, no lograba hayar el momento exacto donde esa chica había pasado de ser su adoración a ser simplemente Sangah.
Ya no era mi amor, ya no era mi vida, a veces era guapa, o linda o bonita, pero ya no tenía esa intensidad en el mote que recalcaba el cuanto se querían, ¿por qué? Porque ya no se querían.
Domingo. Para algunos un simple día de asueto, para otros el día que le dedicaban a su ser superior, para Beomgyu, el día que despertaba entumido en la sala de la casa de Sangah. Domingo. Era una costumbre que se había hecho tan habitual, que los señores Yoon daban por sentado que cuando llegaran ese día por la mañana, su primera vista sería el pelinegro con cabellos alborotados haciendo el desayuno.
De alguna forma, Beomgyu hacía esto a forma de remuneración, es decir, había pasado la noche en su casa, lo mínimo que podía hacer era levantarse temprano y tener la comida lista para cuando sus suegros aparecieran por la puerta. De nuevo, monotonía.
Sin embargo, esa mañana se sentía diferente, él iba más rápido, se despertó más temprano de lo habitual y básicamente obligó a su novia a hacer lo mismo. Recogieron el reguero de cobijas, dulces y palomitas en tiempo record y el mayor cocino sus ya típicos waffles como si estuviera en un concurso de cocina y la velocidad fuera el factor más importante.
Sangah estaba sorprendida, tenía tanto tiempo que no veía a Beomgyu tan activo que por un momento pensó que era buena señal, hasta que su cabeza encendió esa luz de alarma que le recordó que si Gyu se sentía animado ese día, no era por ella, sino por la visita que haría. Aún así, guardó silencio y lo dejó terminar mientras ella se concentraba en otra cosa.
La chica no era tan tonta como le gustaría ser, sabía que su relación se estaba yendo en decadencia, desde hace un tiempo, parecía que la única que había tomado el tren con destino a una vida juntos había sido ella y Beomgyu se había perdido en la estación, divagando entre cual era el ticket que debía comprar. Le dolía, tanto que prefería ignorarlo, prefería imaginar que todo se solucionaba, que crecían, que volvían a amarse con intensidad, que ella tomaba su apellido y formaban una familia, así como se lo habían prometido tantas noches después de hacerse el amor. No esperaba que esos pensamientos le jugaran en contra, porque, oh mierda, saber que eso no se cumpliría la dejaba destrozada.
Después de ese extraño desayuno exprés, Beomgyu volvió a apresurarse a recoger sus cosas, mientras por su mente empezaba a navegar entre los mares de su léxico y lanzaba redes de pesca donde esperaba capturar una buena excusa para lo que quería hacer, no lograba entender porqué ese chico había hecho tanto eco en su cabeza, dentro de aquella sala imaginaria dónde su organismo maquinaba, el rumbo de sus prioridades se había actualizado y marcado con una enorme equis el camino con el nombre de tyunart.
- Hey, Beomgyu. - Su novia lo llamó, antes que pudiera abandonar la casa. - Ten. - Sus manitas le extendieron una lonchera.
- ¿Qué es? - Dudó él, recibiéndola y dándole una inspección rápida.
- Les preparé algo. - Dijo. - ¿Querías llegar con las manos vacías? - Sonrió de lado, mientras se ponía una mano en la cintura. - Es suficiente para ambos, así darás una mejor impresión. - Puntualizó.
- Gracias...
- Recuerda no incomodarlo, Gyu, se paciente y si no necesita o no quiere tu ayuda, no te sientas mal, ¿sí? - Trató de alentarlo, dándole un suave empujón.
- ¿Qué dices? ¡Todos me aman! - Se mofó, dejando salir una risita un tanto nerviosa.
- Ajá. - La chica frunció el ceño y se cruzó de brazos. - ¿Desde cuándo?
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ALBA | taegyu TXT
Fanfiction╭───────────• 𝑨𝑳𝑩𝑨 No me importaría irme después de un grandioso amanecer. Nunca encontré la motivación que necesitaba para seguir hasta que conocí este lugar. ☆゚.*・。゚ • au • angst, drama, sentimental • capítulos BASTANTE largos. • tw: muerte •...