Moments Of Alwaysness

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Aquel día estaba nublado, el sol no había logrado asomar ni un rayo por culpa de la densa capa de nubes que poseían el cielo, el pronóstico indicaba una tormenta torrencial con descargas eléctricas y posibles granizadas, ¿por qué marzo debía ser así?

Beomgyu, ligeramente aterrado, veía las primeras gotas de lluvia estrellarse contra el cristal de las ventanas del aula y no pudo evitar pasar saliva con pesadez, odiaba la maldita lluvia, y para hacerlo peor, esa mañana, al salir de casa, había olvidado guardar su paraguas en la mochila, lo que significaba que se mojaría cuando tuviera que caminar a la parada de autobús.

Se quejó internamente y reposó su frente sobre el escritorio, recordando lo que su padre le había dicho unos varios días atrás:

Deberías empezar a conducir, ¿quieres un auto para que vayas a la universidad?

- Ahhhh. - Se quejó bajito al recordar su respuesta.

Mmm, no, no lo necesito, gracias.

Se dio unos leves golpes sobre la madera de la mesa y luego volvió a erguirse.

Sacó su celular, intentando distraerse, pensando que quizá alguno de sus amigos tenía un plan para esa noche, o que Sangah pasaría a verlo; puso el dispositivo sobre la mesa y se sorprendió de ver su bandeja de mensajes casi vacía ¡Vamos! ¡Era viernes! Debía haber algo mejor que hacer.

Cómo si lo estuviera manifestando, un mensaje de su novia apareció de repente, aunque no era precisamente lo que esperaba.

Sangah
Hola bonito ❤️ voy a salir un poco tarde hoy, no creo que podamos vernos. Lo siento. :(

Apretó los ojos un momento y luego suspiró. No se molestó en contestar, ya tendría tiempo para hacerlo, simplemente volvió a bloquear la pantalla y miró al frente. 

- Jóvenes, gracias por esperar. - Comenzó a hablar el doctor Cha, quién impartía la materia de psicología en aquella universidad. - Me alegra que se hayan abierto un espacio para venir a esta clase extra. - Añadió , mientras anotaba algunas cosas sobre el pizarrón.

Como mencionó, la mayoría de estudiantes presentes habían acabado su jornada de clases de ese día, sin embargo, habían decidido quedarse para escuchar aquella cátedra especial.

Pero ese no era el caso de Beomgyu.

Él no se había abierto un espacio, de hecho pretendía saltarse la clase de anatomía y salir un poco más temprano, pero por cosas del destino, sus padres escucharon sobre aquella sesión post clase y casi que lo habían obligado a asistir.

Por eso y por el clima, estaba molesto.

Observó el pizarrón, donde con letra típica de doctor, estaban escritas ya varias palabras.

MOA
Juntos por un mañana mejor.

- Como se darán cuenta, tenemos a chicos de otras facultades que están aquí para darnos una información importante.  - Indicó el doctor, señalando a tres muchachos que sonreían desde la primera fila de bancas. - Daré paso a que se presenten, recíbanlos bien por favor.

Los tres muchachos subieron a la pequeña tarima, luciendo playeras iguales de color amarillo que en medio llevaban grabadas las iniciales MOA, así como las que estaban escritas en el pizarrón.

- Buenas tardes, chicos, ¿cómo están? - Saludó uno de ellos, mostrando una sonrisa, dejando ver un par de hoyuelos sobre sus mejillas.

Nadie contestó.

ALBA | taegyu TXTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora