Una canción para el amor del brujo

295 22 1
                                    

Geralt x t/n

La primavera era la época favorita de Jaskier, no solo porque el Continente se volvía cálido e inspirador, sino que se llevaba a cabo el más grande festival artístico que pudiese existir.
Actores, juglares, poetas, músicos y demás se congregaban en la pintoresca cuidad de Novigrado para presentar sus más recientes obras artísticas y Jaskier no había dudado en absoluto cuando lo invitaron a participar.

Está demás decir que le había encargado encarecidamente a su mejor amigo que lo acompañase porque tenía algo de temor que los otros artistas se sintiesen amenazados por su magnifica presencia. Existía la posibilidad que le hicieran daño para arruinar su presentación o carrera, porque no había nada peor que los celos de un artista, algo que no se podía comparar con los celos de una mujer por su marido.

Por supuesto que Geralt le dio problemas para aceptar escoltarlo al festival, ya que perdería el tiempo que podría aprovechar consiguiendo contratos.
Jaskier tuvo que suplicarle y arrodillarse para que el brujo aceptase, le prometió muchas cosas, entre ellas estaba la condición de no hacer ningún tipo de escándalo musical durante un mes. Sin duda, Geralt se sintió muy tentado en aceptar esa condición.
Pero, a final de cuentas, decidió acompañar a su amigo ignorando las propuestas.

Así que ahí se encontraban, en un noche de primavera con un clima perfecto, listos para ver otra de las tantas presentaciones que los artistas habían preparado para la ocasión.

Geralt apreciaba la música, si que lo hacia, a pesar que casi siempre dijera lo contrario, de hecho, amaba la música de su querido amigo, pero ya no podía soportar escuchar la siguiente canción.

—¿Por qué esa cara? ¿Qué pasa?— preguntó el poeta dejando la jarra de cerveza sobre la mesa.

—Estoy cansado— respondió simple.

—Mmm...no lo parece— lo observó detenidamente.

—Solo déjame

El brujo se levantó de la mesa comenzando a salir del lugar mientras Jaskier lo llamaba pidiéndole que regresase. Geralt abandonó el lugar y salió a la calle para tomar aire fresco y estar en paz durante algunos minutos.

La calle estaba abarrotada de gente que disfrutaba de los actos improvisados de los artistas, era tal el gentío que las calles de Novigrado se habían convertido en sus escenarios.

Geralt sabía que no encontraría ningún espacio en la ciudad en el que pudiese descansar en paz, por lo que decidió permanecer sentado en una banca cerca de la puerta del lugar.
Cruzó los brazos sobre su pecho y apoyó la cabeza en el muro de piedra ubicado detrás de él. Un grupo de actores pasó delante de él haciendo barullo, pero lo escuchó distante pues el brujo se quedó dormido.

No pasó mucho tiempo cuando percibió una melodía suave y cercana, aquel sonido despertó sus sentidos obligándolo a abrir los ojos.
Alguien cantaba dentro de la casa que utilizaba como apoyo.

Geralt nunca había sido un hombre curioso, siempre fue precavido y de buen juicio, algo esencial en su profesión, no obstante, en aquella ocasión sucumbió a los instintos más primitivos del ser humano y se permitió ser curioso.

El brujo agudizó el oído deleitándose con tan maravillosa voz.
A pesar que él trataba de menos la profesión de su amigo poeta, en su interior disfrutaba la música y le gustaba la voz de Jaskier, así que decidió permanecer en aquella banca hasta que la otra persona dejase de cantar.

Una hora transcurrió y Geralt notó que la cantante detenía su cantar cada cierto tiempo para iniciar la canción nuevamente. Probablemente no se sabía la lírica o intentaba concluir la composición, la segunda opción le pareció más lógica al brujo.

La puerta de la casa se abrió inesperadamente y emergió una figura que soltaba humo por las orejas.
La chica tenía los puños apretados, la cara colorada a causa del enojo y respiraba con fuerza.

—Regresa, T/N— pidieron desde el interior de la casa —. Tal vez no te aprendas por completo la canción, pero debes afinar ese gallo que tiene atorado en la garganta

—Llevo horas ensayando— se excuso la chica intentando mantener la compostura.

—¿Y nos ha servido de algo? Para nada— alegó un hombre llegando a su encuentro —. Parece que no quieres ganar el concurso. No parece importante todo lo que he tenido que hacer por ti, toda la inversión que tuve que hacer en una mujer sin talento como tu

El hombre agarró la muñeca de la chica antes que ella pudiese escapar de él y comenzó a forcejear.

Geralt miraba todo desde la oscuridad de la calle y considero intervenir, pero recordó la última vez que se hizo pasar por un héroe y todo terminó mal. Él era un brujo, no un caballero que salvaba doncellas en peligro.
Su actitud indiferente no duró demasiado tiempo, porque vio que el hombre comenzaba a golpear a la joven. El brujo se levantó y se acercó a ellos.

—¿Hay algún problema?— preguntó Geralt para llamar la atención del hombre.

—Uhm, ninguno— dijo el hombre temeroso al notar la presencia del brujo.

—¡Este idiota está loco!— gritó la chica.

El hombre esbozó una sonrisa inocente y Geralt extendió la mano en dirección a una de las espadas que traía en la espalda. El contrario solo tuvo que ver el brillo de la hoja para salir despavorido, empujando a la chica en el proceso.
La joven cayó al suelo y exclamó varios insultos y blasfemias a ese hombre.

—¿Estás bien?— preguntó Geralt envainando su espada.

—Podría estar mejor— suspiró ella mientras se levantaba —. Aún así, te agradezco lo que hiciste. Sé que eres un brujo, pero no tengo dinero para pagarte, pues ese imbécil se lo ha llevado todo

—No hace falta

—Este es tu trabajo y se debe respetar

—Mi trabajo es cazar monstruos, no soy ningún caballero

—Hubiese preferido un monstruo como representante que a él, estoy segura que hubiese sido más amable— tosió y extendió la mano —. Soy T/N, mucho gusto

—Geralt— aceptó el saludo.

—Se me ocurre una manera de pagarte por ayudarme— sonrió T/N.

Geralt alzó una ceja un poco curioso. Si, aquella noche la curiosidad había florecido en su interior y no sabía cómo  volver a dormir aquel sentimiento.
T/N agarró su mano para escoltarlo al interior de su hogar. Geralt tuvo un momento para sentir el tacto de su mano, suave y terso, pequeño a comparación suya.

T/N lo obligó a sentarse en un banco donde anteriormente estuvo ocupado por su representante. Ella corrió por su lira y se colocó frente al brujo con una tímida sonrisa.

—No te he dicho ya, Geralt, no tengo dinero y solo me queda mi poco talento

El brujo abrió la boca para decirle que no hacía falta un pago y mucho menos que le regalase su instrumento. Sin embargo, T/N comenzó a tocar una melodía preciosa que hizo al brujo permanecer en silencio.

Geralt la observaba, expectante y extrañamente emocionado.
Cuando T/N inicio su canto, algo en el brujo tembló, como si fuese un sismo y sintió un calor agradable en su pecho.
Desde aquella noche, Geralt no pudo parar de escuchar a T/N cantar y tocar la lira, lo disfrutaba verdaderamente.

Geralt había caído profundamente enamorado de T/N y fue a causa de su hermoso canto, algo que él jamás se hubiese imaginado.
Un brujo enamorado de una poeta, ¿era acaso posible? Sin duda alguna era posible y Geralt lo había comprobado alegremente.

Lanza una moneda  [One-Shot's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora