Comunicarse con alguien que te parece atractivo ya es por si difícil, ahora imagina que no hable con más que con alimentos. ― Por él aprendí lenguaje de señas... ― Confesó sonrojada y con un tono sincero. ― Yuta siempre te piensa... ― Murmuro viendo...
Los días corrían, los de segundo año exorcizaban maldiciones, entrenaban y veían clases con Aksuya. ― Va a venir el invierno. ― Declaró su profesor mientras veía serio a sus estudiantes.
― Pero es inicios de octubre. ― Dijo Panda.
― ¿Se le estaba pegando lo tonto de Satoru?, estamos en temporada de otoño, ¿Como que el invierno? ― dijo Maki.
― No se me ha pegado lo tonto de Gojo Satoru, les explico. ― dijo serio el profesor de los de segundo año. ― Una maldición categoría especial recién identificada llegará a Tokyo y ustedes cuatro serán los que se encarguen. Llegará mañana, espero la terminen rápido.
― Tan positivo como siempre, sensei. ― Comentó Akane.
― Que he dicho de opinar. ― Dijo el profesor y entonces bloqueo una cadena con su espada. ― Aun eres muy lenta.
― Ya me di cuenta sensei. ― Suspiro la chaman de cabellos rojos.
― Cuando maten a la maldición y seas rápida puedes intentarlo otra vez. ― dijo el profesor. ― Ya se lo he dicho, largo mi salón. ― Los de segundo año salieron del salón.
― Muy bien, nos veremos mañana en la noche, cuando la maldición este intentando atacar y la terminaremos. ― dijo Maki y los demás asintieron.
― Abríguense chicos! ― dijo panda con una sonrisa.
[ ... ]
Toge estaba con Akane, preparando en la cocina chocolate caliente, esa noche era fría por la maldición que se estaba formando en el colegio metropolitano de Tokyo. ― Esto nos mantendrá calientes, ayudará a que tus cuerdas vocales no se vean afectadas por la temperatura y tu ritual este... ― Akane dejó de hablar sintiendo sus labios unirse con los del peli blanco.
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El beso comenzó como todos, demostrando el cariño que ambos se tenían, pero segundos después se hizo un beso de lujuria, pasión entre los dos jóvenes chamanes. Las acciones del peli blanco lo demostró, deslizando sus manos a la cadera de la pelirroja, quien colgó sus manos por el cuello de peli blanco. ― No pensé que llegarías a este punto...
Ambos se separaron del beso, ― Hojuela, Si es muy pronto, no tenemos que hacerlo. ― dijo Toge mientras se separaba también del cuerpo de la chica.
Akane se alejó un poco del chico y detuvo la estufa, ― Tenía que detener la estufa porque ya tenemos con que calentarnos. ― Dijo Akane mientras tomaba la mano de Toge y caminaron al cuarto.
Toge cerró la puerta al entrar al cuarto, vio a la chica sentada en la cama. El peli blanco deslizo su cuerpo acercándose al de la pelirroja, ― ¿Hoja de mostaza? ― pregunto Toge mientras se colocaba sobre la chaman.
― Lo estoy. ― Acepto Akane mientras deslizaba sus brazos por el cuello del chico, y comenzaba un beso de pasión con el chico, que siguió a gusto la otra parte. El peli blanco se separo de los labios de la chica y comenzó a besar su cuello, alterando con lamidas, que en unos segundos causaron que los gemidos de la pelirroja se comenzarán a escuchar. Mientras esto pasaba las manos del peli blanco bajaron hasta el inicio del pantalón de pijama de la chaman y se detuvieron como si esperaran el permiso de la muchacha. ― ¿Apreté mucho mis jeans? ― pregunto la pelirroja sonrojada.
― ¿Puedo quitarlo? ― pregunto el peli blanco mientras volvía sus manos a la cadera de la chica.
― Quítalo todo, Toge. ― Dijo la pelirroja mientras sentía su blusa levantarse y seguido su pantalón caer al piso. Toge no pudo evitar mirar con lujuria el cuerpo de la chaman, no era perfecto, pero para él era hermoso. Sus pechos de una copa C, ni muy pequeño ni muy exageradamente grande, que entraban en las manos del oji-morado, su abdomen no era plano, era de alguien delgado pero no bien marcado, con unos muslos algo grandes para ser de contextura delgada. Al principio Akane pensó que su cuerpo no perfecto no sería del agrado del peli blanco, pensó que había pasado muy rápido, ― To-toge... ― Estaba apunto de empezar a buscar su ropa cuando ella sintió el beso dulce del peli blanco.
― No trates de ocultar tu cuerpo porque no es como todos esperan. ― dijo Toge mientras pasaba sus manos por el cabello de la chica acariciándolo. ― Porque a mis ojos cada parte de tu cuerpo es hermosa e inmejorable. ― Luego de decir eso, con lenguaje de señas, el peli blanco comenzó a acariciar los muslos de la pelirroja para al mismo tiempo bajar a besar su cuello y clavícula.
Akane no pudo evitar gemir, porque luego el peli blanco comenzó a tocar sus pechos y jugo un poco con su clítoris. ― ¿Traes condones Toge? ― pregunto la pelirroja mientras separaba un poco al chico, mientras el peli blanco se quitaba el pantalón y la camiseta sacando del bolsillo tres condones.
― Salmón. ― Respondió Toge, Akane estaba nerviosa, solo quedaban unas pocas prendas para verse totalmente desnudos. Toge deslizo sus manos de nuevo acercándose hacia la pelirroja, mientras esta lo besaba en el cuello. Entonces el peli blanco acostó con delicadeza a la pelirroja en la cama, para seguido subir sus manos por los muslos de la misma y llegar a la cadera, donde comenzó a bajar sus bragas. Akane entonces puso sus manos en la cadera del chico, para bajar el boxer del mismo, dejando ver las intimidades de ambos. ― Si no te sientes lista podemos parar... ― Dijo Toge mientras su mirada mostraba cariño e inocencia.
― Nunca me sentiré lista... Nunca nadie lo estuvo hasta que lo vivió y yo lo quiero vivir contigo. ― dijo Akane mientras besaba con dulzura e inocencia a Toge.
Toge sin duda siguió el beso, dejando caricias por el cuerpo de la chaman de cabellos rojos, antes de separarse del beso y el cuerpo de la pelirroja para colocarse el preservativo, Akane dejó escapar algunos nervios en su respiración algo inquieta. Pero al ver al peli blanco sobre ella, apunto de entrar, mientras sus manos se unían dando seguridad, los segundos pasaron tan rápido que no sintió cuando entró pero si los movimientos dentro, que aunque al principio dolían luego fueron placenteros para ambos. Embestida tras embestida, al unisono con los gemidos de ambos, aunque los de la pelirroja eran más fuerte, hasta que Toge sintió que su climax llegaría y los fluidos ya comenzaban a salir de la intimidad de la chica. Entonces el condón retuvo el semen del peli blanco, para luego este soltar el más alto gemido de la noche.
Toge salió del interior de la chica y ambos se acomodaron en la cama, ― ¿Como te sientes?, ― pregunto el peli blanco.
― Cansada pero... genial a la vez. ― Respondió la pelirroja.
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Toge sonrió mientras toma una de las cobijas cerca de la cama y arropaba a la pelirroja. ― Hojuela de miel. ― dijo el peli blanco mientras depositaba un beso en los labios de la chica.
― ¿No te quedas a dormir? ―pregunto algo cansada la pelirroja.
― Lo haré si eso quieres. ― dijo el peli blanco y entonces sintió un beso en su mejilla.
― Quédate y compartamos calor con un abrazo. ― dijo Akane mientras deslizaba sus manos por el cuerpo del peli blanco en un abrazo.
Toge se acomodo con la muchacha, ― Salmón. ― Acepto el chico antes de también acurrucarse con el cuerpo de la chica, pronto ella se quedo profunda y él siguiente fue él.
