Comunicarse con alguien que te parece atractivo ya es por si difícil, ahora imagina que no hable con más que con alimentos. ― Por él aprendí lenguaje de señas... ― Confesó sonrojada y con un tono sincero. ― Yuta siempre te piensa... ― Murmuro viendo...
― Si, Yuta, ahora cállate y vamos con los demás, hoy conocerás las fuerzas de Tokyo. Los tres años que tu profesor ha enseñado. ― dijo Maki mientras ambas salían del lugar. Llegaron a la sala principal de todos los dormitorios y allí estaban... Todos, los estudiantes de primer año, los de segundo año y los de tercer año. ― Frente a ti están todos los estudiantes que ha tenido Satoru Gojo y futuros chamanes de la sociedad Jujutsu, estos son los estudiantes del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio. ― Dijo Maki mientras Nobara veía a todos sus compañeros. Algunos hablaban entre si, otros miraba el lugar y a los demás...
― Aunque estemos en un momento de crisis es lindo ver a todos juntos y conviviendo como solo adolescentes ― dijo Nobara mientras su mirada se fijaba en sus dos amigos de primer año.
― Suenas como el idiota de Satoru. ― Comento Maki con una sonrisa. ― Vamos, tienes que conocer a Yuta y los demás.
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― Ha pasado un tiempo Hakari. ― Saludo Akane.
― ¿Lo conoces? ― pregunto sorprendido Itadori.
― Digamos que una vez tuve un exorcismo con Hakari. ― dijo Akane.
― Tenía talento como niña de primer año. ― dijo Hakari. ― ¿Has sacado tu potencial para pelear?
― No podrías ni tocarme. ― Aseguro Akane y entonces Hakari lanzó uno de sus más fuertes golpes a la estudiante de segundo año y el infinito lo detuvo.
Akane sonrió. ― Así que aprendiste algo de Gojo. ― dijo Hakari con una sonrisa.
― Y tú ha dar puños muy poderosos, ― Comento Akane, ― En mi vida me gustaría recibir uno de esos.
Maki sonrió, estaba hablando con Megumi y Yuta, ― Somos 10 chamanes. ― dijo Maki seria captando la atención de todos sus compañeros. ― Los diez queremos que Satoru Gojo escape de la prisión donde fue sellado, somos sus alumnos y la fuerza de Tokyo, así que si alguien se quiere ir debería hacerlo ahora. ― El silencio estuvo en el ambiente unos minutos, nadie se quería ir ni se iría. ― En ese caso, nuestro objetivo es arrinconar a Kenjaku y hacerlo sacar a Satoru Gojo de la prisión. Si por las buenas no entiende tenemos a alguien que lo hará abrirla a las malas. ― Explico Maki. ― Nos moveremos mañana en horas de la madrugada.
El sol aún no salía, los estudiantes de la preparatoria de Tokyo ya estaban preparando sus armas, sus técnicas y otros suministros para la casería contra Kenjaku. El grupo era grande y ya se habían comenzado a mover por Tokyo, hacia el lugar que Mei Mei les había dicho que se encontraba el hombre que sello a su maestro. Las noches las pasaban en campamentos y ellos mismo exorcizaban espíritus malditos que se cruzara por su camino. ― Nos acercamos. ― Aviso Yuji al grupo de chamanes luego de dos días vagando por la cuidad de Tokyo.
Todos los estudiantes se tensaron, caminaban ansiosos por comenzar la pelea contra aquel hombre y entonces Maki los detuvo antes de poder llegar al edificio donde estaba el mejor amigo de su maestro. ― Hemos dicho el plan hace días. ― Suspiro Maki. ― Pero recuerden contra quien vamos a pelear. ― Los demás estudiantes asintieron, entraron al lugar y de inmediato se toparon con aquel hombre, el culpable de que Satoru Gojo hubiera desaparecido.
