Un loco amor

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Carol

Leí el libro, de principio a fin. Encontré las pistas y las descifre.

Él se alejo por las advertencias de mis padres y mi hermano. Eso era poco para alejarse.

Realmente mis emociones eran tantas que no podía pensar con claridad.

El me ayudó y me dió la mano cuando más lo necesite. Y ahora que estaba levantandome me abandona como si no le importara en lo absoluto.
El realmente no sabía quién podía llegar a ser.

Ahora me pondré de pie yo sola. Y cuando me vuelva a ver apuesto lo que quieran a qué me desconocerá.

6 años después.

Me gradué de la universidad. Evite las relaciones sentimentales.

Ahora trabajo en la empresa familiar. Mis padres se retiraron y dejaron la presidencia en manos de Mateo.

Y al graduarme me nombraron vicepresidenta de la empresa. Todos los trabajadores me tenían miedo, por mi carácter. Yo soy de carácter serio y mi actitud fría, distante, poco cordial con los trabajadores y si algo no me gustaba hacia que lo hicieran de nuevo.

Lo se mi actitud de antes desaparecio, yo siempre culpaba al mismo por lo que hizo.

Ya han pasado 6 seis años desde que lo ví por última vez. Y no lo extraño en lo absoluto, solo me gustaria que sintiera lo mismo que el me hizo.

—Hola hermanita

—Hola—respondí—esa actitud es poco conocida por ti, ¿A qué se debe que me hables tan cariñosamente?

—me conoces

—al grano

—veo que te sirvió de algo las clases—dijo—necesito un favor

—¿De que trata?

—veras queremos aliarnos con un empresario

—¿Quieres que lo convenza yo?—pregunte—debes de estar loco en mandarme a mi

—hermanita—dijo—porque no pruebas de otra forma

Entendí rápidamente lo que quiso decir

—ni loca lo voy a hacer

—por favor—suplico—es nuestra oportunidad de hacer negocios con una excelente empresa, ellos no negocian con cualquier persona.

—supongo que lo investigaste

—aqui está todo, desde su rutina, dirección, tipo de sangre, nombre completo, fecha de nacimiento, pasatiempos...

—no—lo interrumpi de pronto

—por favor Carol

—¿Te das cuenta lo que estás pidiendo?

—si

—no te das cuenta—dije—mateo está persona es la misma persona que tú corriste de mi lado hace 6 años

—imposible

—no lo es—dije—y estoy tan sorprendida como tú

—entonces...

—¿Pero te has dado cuenta de algo?—dije y el negó con la cabeza—el es solo un accionista, su hermano es el presidente, quien toma las decisiones de cada movimiento y es el accionista mayoritario

—¿Cómo pase por alto eso?

—trato echo hermanito—dije con una sonrisa de autosuficiencia.

Esto realmente será divertido.
Enamorar a Adrien será pan comido.