El sol se escondió con burla, abriendo paso a la comprensiva luna.
Creía estar bautizado por la mala suerte.
En su mente, todo se debía a la sensación tan horrible que le provocaba la abstinencia, le había bajado al consumo de sustancias de dudosa procedencia desde que su "capitán" se lo pidió, alegando que solo así podrían tener una cita formal y volver oficial algún tipo de relación.
Pero... Algunas cosas se salieron de control.
Tuvieron un acalorado encuentro en una fiesta, ambos pasados de tragos se dieron tanto amor en el auto del mayor que por unos segundos incluso se desconocieron, alcanzaron una hermosa noche estrellada que marcó su distancia tiempo después, todavía manteniendo el contacto sin posibilidades de verse a seguido.
No había tensión, al contrario, todo parecía estar bien. La razón de su abrupta separación se debió al cambio de trabajo del pelinegro y la repentina urgencia del pelirosa por encontrar trabajo al ser echado de la casa.
"— Está situación ya se está saliendo de control, no puedes ir y venir cuando te dé la gana, búscate una vida o algo estable, en serio no sabes cuan cansado estoy de ti."
Su hermano no es el más blando cuando se trata de él pero no le importa, él busca ser independiente y cambiar para bien aunque se estrelle en el intento.
Por lo que cuando Haruchiyo creyó tener la oportunidad de encontrar un buen trabajo fue descartado de los posibles trabajadores a penas obtuvo los resultados de las pruebas de sangre.
Por lo que ahora estaba ahí, empapado por la lluvia que interrumpió el abrasador verano, golpeando la puerta con violencia hasta que fue abierta y golpeó accidentalmente el pecho del recién levantado hombre.
— Vine a dormir contigo.
Sabiendo el procedimiento entró a la casa a penas se quitó los zapatos, con el mayor siguiendo sus pasos en completo silencio, entablando una corta conversación hasta terminar ayudando al pelirosa a lavar su cabello en la tina y trenzar la desordenada mullet luego de usar un secador.
Un buen ambiente, ambos en pijamas a juego volviendo a la cama.
La casa del mayor parecía ser el hogar del otro chico debido a sus constantes estadías allí, el noventa por ciento de sus cosas estaban ahí, incluso más de las que alguna vez pensó en tener.
Con eso en mente se recostaron en la misma cama, nada pecaminoso de por medio, solo dos amigos dedicándose a dormir aún cuando todo apuntaba a que no harían eso.
Sanzu no dejaba de moverse, movía los pies, movía las piernas, se levantaba en la cama y volvía a sentarse, quejándose en voz alta y luego en voz baja. No traía su teléfono consigo como para distraerse, lo que creaba otro problema.
Muto parecía un adorno.
El único movimiento que producía era ese que generaba con cada respiración que tomaba, con los ojos abiertos esperando un milagro.
— Muto~
Ese era otro detalle, el otro chico había gastado tanto su nombre como su apellido de tanto llamarlo.
— ¿Te dije lo bien que te ves con el cabello desordenado?
Él suspiró.
— Tu cabello negro es muy bonito, me gusta, —comenzó a acariciarlo acercándose demasiado.
— Baja la pierna.
— Eres un viejo aburrido.
El silencio reinó en la habitación cuando de repente el pelirosa salió de la habitación y volvió minutos después para lanzarse en la cama y posarse sobre un costado del mayor.
— ¿Sabes? Estoy como aburridito, ¿Tu no? —tocó la barbilla ajena con la yema de sus dedos— ¿Qué te parece sí... Jugamos a hacernos pruebas de embarazo, y al que le salga positivo, gana, sí?
— ¿Qué?
— ¡Yo gané!
De su bolsillo extrajo la razón por la cual no obtuvo el trabajo.
Un análisis de sangre en el que afirmaban que tenía un mes de embarazo, casi cuatro semanas.
Adelanto a los hechos: no pudieron dormir explicando la situación.
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little cheesecake!
Diversos¡Muto y Sanzu están tan sorprendidos! Viviendo pequeños y grandes momentos durante toda la travesía de conocer a una nueva personita. ¡Su bebé! 08/08/2022: 1° en #musan. 08/22/2022: 1° en #mutoxsanzu. 11/05/2022: 1° en #muchoxsanzu. 11/24/2022: 1°...