—¡No, no, no! No puede ser, mis padres van a matarme —murmuraba a la par que retrocedía llevándolo a estrellarse con una pared.
—¡Yibo! —intentó llamar su atención.
Posó su mirada en ella y pudo ver la prueba de embarazo en sus manos, desde esa distancia no era visible el resultado por lo que se acercó y le pidió verla. Dos rayas, era positivo. Antes de verificarlo con sus propios ojos aún tenía esperanzas de que fuera una broma, pero aquellas fueron hechas añicos en un segundo.
—Estamos arruinados, nos arruinamos la vida, ¿qué dirán nuestros padres?
—Yibo cálmate, encontraremos la solución —trató de apaciguarlo.
—No me puedo calmar, es un bebé, no es algo a lo que encontremos solución.
—Puedo abortar —dijo lo primero que se le pasó por la mente al pensar en una solución rápida.
—No, eso sí que no, no dejaré que lo hagas, no te mentiré no quiero ser padre, pero tampoco quiero, ni voy a permitir que pongas tu vida en riesgo.
—¿Entonces qué hacemos? —estaba desesperándose y sus ojos volvieron a aguarse.
—Yo... me haré responsable de ti y del bebé, hablaremos con nuestros padres, no hay otra opción —su semblante era horrible, sentía que en cualquier momento iba a desplomarse.
Cada uno de ellos habló con sus respectivos padres, acordaron tener una reunión todos juntos. No quisieron contarles cual era el verdadero motivo, no eran capaces de decirles "vamos a tener un bebé, necesitamos hablar", por lo que utilizaron una pequeña excusa que englobaba el área educacional.
El día de la reunión estaban muy nerviosos, no sabían que esperar, estaban aterrados, tenían miedo, mucho miedo.
Los padres de Maia llegaron puntuales a la casa de Yibo, dónde establecieron que sería el punto de encuentro. Cuando los cuatro padres estaban sentados en los sofás expectantes Yibo se armó de valor.
—Nosotros tenemos algo que decirles.
Su intención era abordar el tema lo más tranquilamente posible, pero Maia sentía que iba a colapsar y lo soltó de una vez, sin rodeos.
—Estoy embarazada.
Casi al instante la señora Xiao se desmayó, su respectiva pareja la socorrió tratando de hacerla reaccionar.
—¡¿Qué estas qué?! ¿¡Pero como Maia?! —su padre se alteró.
—Lo siento papá yo... —fue interrumpida.
—Fue nuestro error lo lamentamos —Yibo interfirió por ella agachando la cabeza.
Los padres de Yibo se mantuvieron en silencio con la mirada un poco baja mientras la madre de Maia recobraba el conocimiento.
—Yibo —finalmente habló su madre.
El nombrado tragó grueso.
—Voy a ser directa contigo, solamente tienes quince años y Maia acaba de cumplir diecisiete, ¿cómo vas a criar a ese bebé?, porque suponiendo que están aquí informándonos esto es porque ya decidieron tenerlo, te conozco.
—Yo... —intercambió miradas con Maia—, en realidad pensamos en casarnos.
—¡¿QUÉ?! —los padres soltaron unánime, decir que estaban estupefactos era insuficiente.
—Hijo, estamos en el siglo veintiuno, un embarazo ya no tiene el mismo significado que en las generaciones pasadas, puedes hacerte cargo sin contraer matrimonio —su padre intervino con el propósito de persuadirlo.

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𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏© • [𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏]
Fanfiction𝑄𝑢𝑒 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑜𝑟... ¿𝑞𝑢𝑒́ 𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒 𝑎 𝑠𝑢 ℎ𝑖𝑗𝑜? 𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒅𝒐.