Capítulo 13

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Maia fue a poner una denuncia a la estación policía, sin embargo, no la tomaron en cuenta, al momento de nombrar a Wang Yibo prefirieron no meter sus narices en el asunto.

Después de aquel día el castaño comenzó a tramitar rápidamente los papeles de divorcio. Estos llegaron a la pelinegra, pero se negaba a firmar, en especial porque aquellos papeles venían con un sobre de cortesía por parte de Zhan que contenía la fotografía de él besando al castaño en la playa, cosa que le causó una ira enorme, no estaba dispuesta que aquel mocoso ingrato se saliera con la suya. Yibo no tuvo otra alternativa que amenazarla con quitarle todo y funcionó, firmó el divorcio y además los documentos donde accedía a cambiarle el apellido a Zhan.

Antes de que iniciara nuevamente el año escolar Yibo era hombre divorciado, y el pelinegro pasó de ser Wang Zhan a Xiao Zhan.

El primer día de clases el castaño fue a dejar a su novio al establecimiento, desde que Maia desapareció de sus vidas no se esforzaron en ocultar más su relación.

—Vendré a buscarte en la tarde, ¿okey?

—Si, papá —observó a Yibo—. Uy, que cara, es broma —soltó una carcajada.

—Está bien hijo, adiós —«dos personas podemos jugar a esto» rio internamente.

—Hey, ¿qué crees que haces? —frunció el ceño.

Yibo le dio un beso y se fue casi corriendo al auto. Sabía que a Zhan no le gustaba que le pagaran con la misma moneda.

—¿Quién se cree que es? ¿A quién viene a decirle "hijo" me las vas a pagar Wang Yibo —refunfuñando entró al colegio.

En la tarde Yibo lo esperaba frente a la institución. Zhan tenía pensado ignorarlo, pero las circunstancias no se lo permitieron. Al ingresar al auto se dio cuenta que había un fuerte aroma a mujer.

—Hola cariño —se acercó para besarlo.

—Que cariño ni que nada —le cubrió la cara con la mano y lo alejó—. ¿Por qué hueles a mujer? ¿Wang Yibo que estuviste haciendo?

—¿Qué huelo a qué? —se olió—. Ugh, no lo había notado.

—Con que no lo habías notado ¿eh? —alzó ambas cejas.

—Juro que no hice nada, solo... —repasó todo lo que hizo durante el día.

—¿Solo qué?

—Hoy llegó a presentarse la nueva secretaria.

—¿Y por qué necesitas una? —bufó.

—Pues para... —se detuvo—. ¿Estás celoso? —elevó las comisuras de sus labios.

—Claro que no —soltó sarcástico y rodó los ojos—. Obvio que sí ¿Te has visto en el espejo? Hasta una monja dejaría los caminos del señor por ti.

—No tienes porque, yo solo te veo a ti—lo besó por todo el rostro.

—No es justo, sabes que siempre caigo con eso —sonrió—, pero aun así no me gusta que tengas una secretaría —cruzó sus brazos.

—Tu eres compañero de tus antiguas parejas sexuales y yo no te digo nada —posó sus manos en el volante.

—¡Wa!, no lo puedo creer, ¿vas a sacar eso ahora? —giró medio cuerpo hacia Yibo impresionado.

—Solo digo —mantuvo su cara de póker, pero al recordar lo que Zhan le había contado sobre sus aventuras pasadas se puso celoso también.

—Te lo conté para que supieras a lo que recurrí para poder olvidarme de ti y me lo sacas en cara, que feo.

𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏© • [𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora