𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏© • [𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏]

Capítulo Final

Zhan se encontraba abordo del avión cuando un mareo lo invadió causando que se desmayara.

—¿Zhan? ¡Zhan! ¡Zhan! —lo llamaba una voz a lo lejos.

De un salto reaccionó nuevamente.

—Dios, no me asustes de esa manera —volvió a respirar—. ¿Estas bien? De la nada te sacudiste muy fuerte.

—¿Yibo? —lo vio desconcertado—. ¿Qué haces aquí? ¿Me seguiste? ¿Y los niños?

—¿De qué estás hablando? ¿Seguirte a donde? ¿Qué niños? —tocó su frente para ver si tenía la temperatura alta—. Tu temperatura es normal, dime ¿te sientes bien?

—Pero que- —observó a su alrededor—, esta es...—su mirada cayó en la mano de Yibo, el anillo de oro no estaba, en cambio estaba aquel anillo de compromiso, levantó su propia mano y ahí también estaba el dicho anillo de compromiso.

—¿Qué sucede? —lo veía algo extrañado.

—Fue todo...¿un sueño? —se largó a reír algo aturdido.

—¿Un sueño? ¿De qué hablas?

—Yo...no lo sé parecía tan real, era como si más bien fuera un sueño dentro de un sueño, no lo comprendo.

—Pues si lo dices así tampoco lo comprendo —realizó una mueca.

—Tú... —suspiró—. Yibo, fui a buscarte a la india, pero no pude alcanzarte, no te encontré en ningun lado, no sé que sucedió después simplemente "desperté"—realizó comillas con los dedos—, y por alguna razón que desconocía en ese momento tú tenías cuarenta y uno y yo veintiséis, llevábamos casados ocho años y además teníamos dos hijos.

—Fue algo alocado.

—Sí...lo más raro fue que pasé un lapso de tiempo como de varias semanas quizás hastq meses recordando dentro del sueño, lo que hace que sea mucho más difícil de creer que haya sido solo un sueño.

—Bueno, dormiste dos días completos debido a la descompensación que tuviste, quizás también influyó las fuertes emociones en periodos de tiempo muy cortos.

—¿Tú crees? —hizo una pausa—. Espera, ¿me descompense?

—Sí, llegamos a casa del aeropuerto y te desmayaste ¿no recuerdas?

En ese instante todo los recuerdos reales del azabache volvieron a él.

—Mierda —bajó la cabeza cubriéndose la cara con ambas manos.

—El doctor dijo que no te estabas alimentando bien últimamente, la alta injerencia de alcohol te pasó la cuenta —suspiró—. Me tenías con el alma pendiendo de un hilo, parecía que no ibas despertar nunca.

—Lo siento —lo miró y frunció los labios.

—No debes descuidarte, yo mismo estaré al pendiente de ti —su corazón dolió, odiaba ver lo que causó aquel malentendido—. Pero cambiando de tema...

Zhan estaba expectante a lo que iba a decir.

—Con que quieres tener hijos conmigo —sonrió picaro—, por algo lo soñaste.

—¿Eso fue lo único que rescataste de todo lo que dije? ¿Es en serio?

—Quizás...

—Claro que si quiero —se lanzó a sus brazos disipando su expresión lastimera.

—Bueno biológicamente no puedes —lo atrapó besando sus labios—, pero podría intentar llenarte de semen, en una de esas puede que funcione —le susurró al oído.