𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏© • [𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏]

Capitulo 9

El resto del día Zhan no salió de su habitación, ni siquiera para comer. Yibo estaba muy preocupado y arrepentido, bajo ninguna circunstancia debió haberlo golpearlo.

—Hijo, ¿puedes abrir la puerta?

Nadie respondió.

—Por favor, quiero disculparme, no debí golpearte.

Silencio.

—¿Zhan?

Comenzó a inquietarse, pensamientos de que podría haberle sucedido algo lo invadieron. Estaba por forzar la puerta cuando una voz se pronunció desde dentro de la habitación.

—¿Puedes dejarme en paz?

—Hijo, por favor —suplicó.

—Si quieres que te siga considerando mi padre, por favor vete.

El castaño suspiró frustrado y al poco tiempo se escucharon pasos alejándose de la puerta.

«Mierda, ¿por qué dije eso ahora?, soy demasiado temperamental» se recriminaba a sí mismo.

—No tengo otra opción —susurró.

Se escapó por la ventana. Lo había hecho en varias ocasiones para encontrarse con sus antiguas parejas, por lo que era algo que dominaba a la perfección. Una vez salió de la propiedad sacó su teléfono y marcó a un contacto.

—Ziyi, voy para allá, necesito eso ahora —sin nada más que decir y cortó la llamada.

Eran altas horas de la noche cuando el pelinegro corría en dirección a la casa de sus mejores amigos. Una vez que llegó a su destino la señora Meng lo recibió cálidamente en la puerta. Hablaron un par de minutos amenamente junto a sus amigos y le entregaron lo que necesitaba para que pudiera volver a casa.

En la mañana Zhan salió de su habitación y bajó a la primera planta, Yibo al verlo de inmediato trató de disculparse.

—Hijo, lo siento mucho yo... —fue interrumpido.

—Olvídalo, quiero ir a ver a los abuelos, ¿podemos ir?

Yibo suspiró resignado, se veía lejano obtener aquel perdón, pero por otra parte no tenía cara para exigírselo, no después de lo que le hizo.

—Sí, claro que podemos ir.

El pelinegro subió a buscar su mochila para llevar algunas cosas que necesitaba y fueron a la casa de los padres de Yibo. Zhan tocó el timbre y la puerta fue abierta por la señora Wang.

—Hola abue —la abrazó.

—Mi Zhanzhan, ¿cómo has estado cariño? —besó su frente.

—Bien, gracias ¿y el abuelo? —lo buscó con la mirada dentro de la casa.

—Está trabajando en la empresa, ha estado reemplazando a tu papá.

Asintió y su abuela se hizo a un lado para dejarlo pasar mientras que ella esperaba a su hijo que estaba bajando algunas cosas que compró de camino.

—Hola, mamá.

—Hola, hijo, ¿cómo estás? Tu aspecto no es muy bueno.

—Estoy bien, solo no dormí lo suficiente.

A la señora Wang no le convenció en absoluto aquella respuesta, más que cansado se veía triste.

Aprovecharon de pasar tiempo de calidad junto a ella pues hace bastante tiempo que no la visitaban. Para complacer a sus invitados la señora decidió cocinar la sopa favorita de ambos. Estaba cortando los vegetales cuando Zhan ingresó a la cocina.