Capítulo 9

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Me empieza a dar un olor a pollo frito «delicioso». Abro los ojos y me encuentro con Amira sentada en el piso de mi habitación comiendo.

Me tiró al piso junto a ella y la miró entrecerrando los ojos.

—Cuéntame  –digo mientras tomo una pieza de pollo.

—Puesss... –empieza a jugar con su pelo  —tal vez ahora es mi novio.

—QUEEEEEEEE

—NO SEEEE, OKEY. SOLO LO INSINUAMOS

—¿Esto significa que ya tengo cuñis?

— Podría ser, al menos yo no lo oculto.

Ruedo los ojos porque al parecer no me cree que Alexei es solo mi amigo.

—Ay babosa. Cuéntame de que hablaron.

—Pues primero sobre la universidad, me contó cómo era todo allá luego sobre porque lo llamé y le conté que fue por ti, vine a que lo saludes y estabas roncando así que te enseñé así.

—¿Queeeeeee? Estás loca

— Déjame seguir, también me dijo que podría ser novia y yo le respondí... –se queda por un minuto en silencio mientras degusta una pierna de pollo.

Me quedo mirándola y veo que no va a hablar

—¿Qué le respondiste? No me dejes con la duda  –se ríe

—Tal vez, podría serlo.

—¿Y por qué tanto misterio?

—Aprendiendo de mi cuñis el ruso.

—Oh enserio.

—¿Quién es el pelirrojo que trajo este pollo frito?

Vittorio.

—¿Trajeron este pollo frito?

—Si, un pelirrojo muy apuesto por cierto. Dijo que deberías contestarle a su jefe que parece estar preocupado. ¿Quién es el y quién es jefe?

—Pues su jefe es Alexei y Vittorio es quien me trajo la Mercedes Benz y ahora el pollo frito.

—Algo me dice que verás a Vittorio muy a menudo.

—A mi también  –digo con una risita.

—¿No vas a llamarlo?

—No

—¿Por?

—Que se aguante hasta mañana.  –se ríe

Veo la hora en mi celular y son las 10 PM, creo que dormí demasiado.

—Espero que a mí también me manden pollo frito.

—Si no te manda pollo frito no es el indicado –añado divertida.

Terminamos de comer el pollo y nos vamos a la cocina por la helado.

Nos quedamos hablando hasta las 3 am sobre el nuevo futuro novio de Amira.

—Si tenemos una familia y no se tatúa mi nombre en la espalda no me es fiel

—Estas demente.

—Ya verás que lo hará. Quisiera quedarme hablando más tiempo pero mañana debo despertar temprano.

Se me hace un nudo en la garganta y se me encharcan los ojos.

—Esta bien.

—Oye, sueltalo. No te quedes con eso dentro

—Me pone un poco triste que te vayas a otro país porque siempre hemos estado juntas pero estoy tan feliz y orgullosa de que hayas sido aceptada allá que eso llenará el vacío de tu ausencia.
Estoy muy orgullosa de ti y se que serás una mujer muy exitosa.

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