Capítulo 18.

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Daphne.

Me despierto con la sensación de que me falta aire y que he dormido bastante.

Esta vez Alexei si está aquí, dormido abajo de mi, Alexei tiene sus brazos alrededor de mi espalda  abrazándome y me preguntó, ¿Acaso no conoce el espacio personal este hombre?

Sabes que te gusta.

Si, pero eso no quita que no pueda respirar.

Se que no lo hace con mala intención pero sus brazos al ser tan grande pesan mucho y me cortan el paso de aire, así que me muevo pero lo único que hace es apretarme más.

—Alexei... —No responde.

—Alexei

—Aleeeexeeeiiiii.

Sigue sin responder así que pienso en algo mucho mejor.

—Alexei, vamos a tener un mañanero.

Abre los ojos de inmediato y me río.

—Ahora si te despiertas, pero cuando me estabas asfixiando no. –Digo con indignación falsa.

—Es que querías escapar de mi.

—Solo quería respirar.

Quita sus brazos y yo me bajo de la cama.

—¿Donde vas?

—A lavarme los dientes.

Me quedo en el baño un buen rato pensando en que hacer.

Ya se que día es hoy por eso me escabulló rápido a la cocina cuando veo que se queda dormido otra vez, no se donde esta nada así que busco su celular y marco el número de Vittorio

—Estaba follando hijo de perra. —Me sorprende que le diga eso a su jefe

—¿Vittorio?

—¿Daphne?

—Si, soy yo.

—¿Qué haces con el teléfono de Alexei?

— Quería pedirte que me traigas un pastel de cumpleaños para Alexei, no te preocupes yo te pago está vez, se que eres empleado de Alexei, no mío.

—No soy empleado de Alexei

—Entonces, ¿Que eres?

—Su mejor amigo, ese hijo de perra me ha estado llamando todos estos días pidiendo favores.

Me río

—Lo peor es cuando me pidió que te lleve el pollo frito, estaba en el gimnasio ligando a la chica nueva y ese hijo de perra me llamo 20 veces para que le lleve pollo frito a la señorita que estaba dormida.

Me río más fuerte.

—Alexei aveces es un poco intenso –añado

—Y eso que solo le has visto el lado bueno, no lo querrás ver partiendo cabezas cuando ascienda a líder de la ...

Se queda callado procesando todo lo que dijo y me vuelvo a reír.

—Después de la sorpresa Alexei creo que me responderá unas preguntas.

—No le digas que yo te dije.

—Obvio no.

—Nos vemos cuando esté allá.

—Esta bien, cuídate.

— Adiós cuñada.

Me escabulló a la habitación de Alexei a buscar ropa que ponerme y un cepillo de dientes, una vez tengo lo que vine a buscar me voy lentamente y me meto a bañar en el baño del pasillo.

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