Veneno

Pasado parte 1.

20 de Diciembre del año 2012.

Daphne.

Estoy a oscuras peinando a la muñeca Barbie que me regaló mamá en mi cumpleaños , estoy encerrada en un sótano pero no me importa porque aquí las monjas no me jalan el pelo ni me obligan a jugar con otros niños.

Peinó mi muñeca y recuerdo cuando mamá peinaba mi cabello, me acuesto en el piso y cierro mis ojos recordando lo linda que era conmigo.

«La extraño tanto»

Papá no me trataba muy bien, siempre me jalaba por el pelo y me daba palizas.

Recuerdo ese día que mamá murió fue por defenderme, se que era una niña pero ahora sí recuerdo cómo pasaron las cosas aunque me las quieran ocultar.

Las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas.

Intento no pensar en ello pero como todos los días y a toda hora desde que no voy donde la psicóloga mi mente me lleva a ese recuerdo como si estuviese pasando ahora mismo.

10 de Diciembre del año 2009.

Daphne.

Estoy haciendo mis tareas de la escuela y dejo mis cuadernos en la mesa para ponerme a jugar y peinar a mi muñeca.

«Mamá o yo los recogería después».

Me siento en el piso y mamá aparece y me abraza.

—Es muy linda, se parece a ti mi muñeca de ojos grises. –dice mientras sostengo mi muñeca.

—Tambien se parece a ti mamá.

Ella es igual a mi, también tiene el pelo negro y los ojos grises.

Me dice que soy su princesa y me da muchos besitos siempre .

—Te amo mucho mi niña hermosa –me abraza más fuerte y da besos en la cabeza.

—Yo también te amo mamita –me doy la vuelta y abrazo a su cintura.

—Siempre te voy a querer y cuidar donde quiera que esté.

Levantó mi rostro hacia ella y entiende que quiero que baje su cabeza hacia mí, lo hace y doy un beso en su frente.

—Ve a jugar con tus muñecas mi niña, yo lavare los trastes.

Me siento a jugar con mis muñecas, las cambio de ropa y les hago coletas, justo como me las hace mamá.

Les doy besitos también, como mamá me los da a mi.

Juego con ellas y me olvidó de todo hasta que oigo la puerta de casa abrirse.

«Es mi papá » Es policía aunque tengo unos extraños recuerdos donde tenía otro papi que odiaba a los policías.

— Papá –me acerco hacia él a abrazarlo pero me empuja de una manera tan fuerte que terminó en piso.

No lloró porque si lloró me va a pegar, así que me aguanto las lágrimas.

—No te me acerques mocosa estúpida. –Dice caminando hacia la mesa

Mi corazón tiembla de terror por no haberlos recogido antes.

—DAPHNE, ¿POR QUÉ DEJAS TU MIERDA AQUÍ? – Lanza las mascotas hacia el piso y se rompen las hojas.

Empieza a acercarse hacía mi mientras yo retrocedo.

Toma uno de los cuadernos y me golpea con el en el rostro.

No lloró.

Me agarra del pelo y empieza a darme bofetadas.