Capítulo 29

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Alexei.

Entro a la empresa de mano con Daphne, se porque hago esto y no lo haría por nadie mas que no fuese ella.

En tres semanas debo irme así que le enseñaré todo lo que pueda porque ella es quien va a dirigir todo esto mientras no esté, esto le servirá muchísimo en sus prácticas de la universidad.

Caminamos por el gran pasillo hasta el ascensor y aunque no los detallo sé que todos tienen los ojos encima nuestro.

La puerta del ascensor se cierra y acaricio su muñeca con el pulgar.

—¿Estas seguro de que quieres hacer esto y no estar más en el anonimato? –Pregunta elevando su mirada hacia la mía.

—Si, ya es momento de provocar orgasmos visuales.

Sonríe y me pega en el hombro

—Oye... Estoy hablando enserio –Cruza los brazos

—Yo también –Me encojo de hombros

—Aveces siento que solo somos tus chistes malos y yo contra el mundo.

—Aveces siento que solo somos tu mal sentido del humor y yo contra el mundo. –Encarna una ceja

—Estupido –Me codea.

El ascensor llega al piso número veinte y le doy un beso en los labios antes de salir.

Sé todos los problemas que esto me va a traer, he matado muchísima gente y la mayoría de políticos están ligados a la mafia me conocían como "El diablo", los he visto haciendo cosas atroces por eso se que cuando me una a la milicia se me van a ir todos encima pero no me importa.

Caminamos por el pasillo hasta que una palma me toca la espalda, me volteo y miro de arriba abajo a la rubia.

—Se... Señor Alexei

—¿Y tú eres?

—Yo... yo soy secretaria señor–Dice y juega con sus manos

—Te espero en mi oficina en 10 minutos para ponernos a orden con los pendientes.

Asiente y se va.

Llego hasta la oficina con Daphne quien observa todo el interior maravillada.

—Esto es hermoso  –Dice con una sonrisa

—Tengo una igual para ti en Alemania

Deja de mirar por la ventana y me mira

—¿Para mi? –Pregunta confundida

—Si malyshka

—No entiendo –Frunce el entrecejo.

—Eres estudiante de término de administración de empresas, confío en tus capacidades y sé que nadie más que tú puede dirigir tan bien como yo.

—¿Como sabes?

—Cuando estuvimos en la Isla me estuviste ayudando y tu trabajo fue igual de impecable que el mío, me tengo que ir por tres meses y me gustaría que hicieras tu pasantía en mi empresa. No interrumpiré tus proyectos y tendrás un buen sueldo si aceptas.

—¿De verdad crees que soy realmente buena?

—Si –Confieso porque realmente lo es

—Pues acepto pero tengo una pregunta para ti, ¿A donde iras esos tres meses? –Suspiro

—De hecho tengo que hablar contigo sobre eso.

—Adelante, soy toda oídos.

Se abre la puerta y entra la rubia, analiza a Daphne que está sentada en mi silla quien descubre sus intenciones.

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