Capítulo 9

698 55 14
                                    

Pov Eda

Me levanto con el ruido de la alarma de mi celular, es mejor que el viejo despertador de casa de la tía. Como si la acabara de invocar su mensaje ilumina la pantalla:

Que tengas buen día, cariño.

Tecleo una respuesta rápida y me ducho antes de iniciar el día. Dejo mi cabello suelto y me hago un maquillaje rápido con sombras brillantes en los ojos. Al llegar a la habitación lo hago tarareando una canción que suena mucho en todos lados mientras busco qué usar hoy. No es como si pudiera elegir entro todo, tengo más vestidos que otra cosa.

- ¿Pero cuál de todos? -susurro para mí misma- ¿Rosa? No ¿Verde? Definitivamente no ¿Rojo? -arrugo la nariz al verlo, no me apetece para usar hoy- ¿Amarillo?

Me acerco al espejo del armario con el vestido por encima de la bata de baño. Me gusta. Ropa de hoy, lista. De camino a la cocina intercambio algunos mensajes con Melo, no puedo creer que hoy se llevan a Tolga, sin duda estaré ahí para despedir a ese angelito.
Debería llevar algo para regalarle, me pregunto cuando una idea llega a mi mente.

¿Podemos hacerle regalos
con las niñas? ¿Qué opinas?

Buena idea Dada, les
diré para empezar
a hacer alguna cosa.

Bien, estaré ahí sin
falta, dales recuerdos a
las niñas de mi parte.

Lo haré, te esperamos
aquí Dada.

Desayuno un poco de vegetales con queso y pan y termino con un trozo de chocolate, no me gusta tomar café y el chocolate me mantendrá con energía supongo, reviso mi apariencia una vez más mientras me cepillo los dientes y aplico labial.

- ¿Llaves? -repaso lo que debe estar en el bolso del abrigo que llevaré, tengo bolsos de mano pero no quiero llevar uno hoy, las bolsas internas del abrigo son lo suficientemente grandes como para llevar lo que necesito y más- Burada. ¿Tarjeta del autobús? Dentro, muy bien. ¿Efectivo? En la billetera. ¿Qué más? Celular, adentro. Creo que es todo.

Echo una ojeada al departamento para tratar de recordar si olvido algo, al parecer no. Salgo inspirada sin notar lo que tengo delante hasta que el zapato lo golpea.

- ¡Auch! -chillo sosteniendo mi pie como ese ejercicio del instituto- Eso dolió.

Por las escaleras aparece una mujer rubia, de ojos azules acompañada de Aslı y su hermana pequeña con uniforme, bajo el pie con cuidado, mis dedos palpitando de dolor.

- Hola Eda abla -saluda Nazlı sin soltar a su mamá de la mano- ¿A dónde vas?

- Trabajo, querida -responde la mujer por mi y me extiende la mano- Soy Damla, vivimos arriba del departamento de Serkan -oh, claro Serkan, el guapo del olor a menta, sonrío inconscientemente- Si necesitas cualquier cosa puedes pedirlo sin problema.

- Muchas gracias, soy Eda y... eh... vivo aquí -digo torpemente señalando mi puerta medio abierta.

- Hermana Eda -habla la rubia menor señalando al piso- ¿No has recogido tu caja?

- ¿Mi caja?

- Sí, el día que trajeron tus cosas los hombres rompieron algo y Esma hanım no paraba de gritar, trajeron la caja esa misma tarde y la dejaron aquí para compensarlo.

Una Noche | EdSerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora