Una Noche | EdSer

Capítulo 16

Pov Eda

Las cosas en la empresa han mejorado sorprendentemente desde la llegada de la señorita Selin que se había vuelto encargada del departamento de diseño, tiene un excelente sentido de la moda, debo admitirlo.

A pesar de que el primer día me miró de manera juzgadora me parece muy amable porque no lo ha vuelto a hacer, me ha tomado como modelo para algunos diseños y creo que diseñar le hace olvidar al mundo y lo que la rodea.

Algunas veces cuando salgo tarde de la oficina me he sorprendido al encontrarla diseñando todavía. Hoy es una de esas noches.

- ¿Señorita Selin? -pregunto llamando a la puerta de su oficina cerrada- ¿Está ahí?

- Entra Eda.

El desastre en su escritorio me hace saber que ha estado aquí un largo tiempo.

- Eh, todos se han ido -le anuncio.

- Oh, no me dí cuenta de la hora.

Ambas miramos al reloj en la pared que marca las nueve y cinco de la noche.

- Estoy a punto de irme y quería preguntar si necesita alguna cosa.

- ¡Claro que sí!

Y salta de su lugar arrojando varios colores al piso en el acto.

- De hecho agradezco que hayas venido, tengo algunas ideas y me gustaría compartirlas.

Incrédula observo a todos lados, sabiendo que somos las únicas que quedamos aquí, buscando. Su cara es de total confusión cuando la miro a los ojos.

Ah.

- Ben mı? -pregunto tocándome el pecho.

- Evet ¿A quién creías que le hablaba?

- Eh, solo me tomó por sorpresa.

- Ven aquí.

Arrastra la silla extra justo al lado de la suya y me sienta como a una niña a la que se le va a explicar algo serio.

Empieza escarbando entre las diversas hojas que están esparcidas por todo el escritorio y me muestra tres dibujos que lucen iguales.

- He estado trabajando en estos diseños toda la tarde -explica mientras sigue con su tarea de buscar más dibujos-. He estado muy inspirada.

- Eh, estos tres dibujos se parecen mucho.

- ¿Qué?

Uy ¿Dije algo malo?

No lo creo.

¿Por qué me mira como si hubiera pateado a un cachorrito?

- Dije que se parecen mucho -repito girando las hojas para que pueda mirarlas.

- No, no, no. No son dibujos chica -me corrige con un dedo amenazador, bastante alterada- Son bocetos y no son iguales, si fueras analítica te habrías dado cuenta de que la caída de la tela en las faldas es distinta.

Me arranca las hojas para señalarme las diferencias y efectivamente, las faldas no son iguales exactamente.

- En fin, no estás aquí para hablar de faldas. Necesito tu ayuda para decidir la combinación de colores que quedarían mejor a cada vestido.

- ¿En serio?

- Allah -suspira apretándose el puente de la nariz- ¿Vas a ayudarme o no?

- Sí, sí lo haré. Pero no comprendo por qué yo.

- Eso es sencillo, te he observado últimamente y me he dado cuenta de que en toda la oficina eres la que viste con colores más vivos sin que llegue a verse mal estando en pleno otoño. Creo que podríamos crear tendencia con eso, las estaciones del año con colores de ropa definidos es muy anticuado. Es hora de una nueva tendencia en ropa y tú vas a ayudarme -sentencia con un golpe en la mesa que logra asustarme.