Epilogo (B)

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Amor de tu vida

Epílogo

—¡Alex Reyes Elizondo! —Gritó Sara subiendo las escaleras-

Escuchó pequeños pasos hacia el lado de su habitación, y sonrió al darse cuenta de a donde se dirigía ese pequeño diablo.

Al llegar a su cuarto, abrió la puerta para encontrarse a Franco acomodándose la camisa frente al espejo. Su esposo sonrió al verla entrar y se dió la vuelta, señalando con la cabeza su cama.

Sara observó dos pequeñas coletas sobresalir por debajo de la cama, y caminó hacia ese lugar, parándose frente a donde estaba escondida su pequeña hija de cinco años

—Franco, mi amor, ¿Acaso has visto a una chiquita traviesa por aquí? -Habló, fingiendo que no la veía-

—No, para nada mi amor, ¿Por qué preguntas? -Le siguió el juego él-

—Es solo que Gab ha traído helado y estaba esperando que alguien me acompañase a comerlo, pero viendo que no está, pues le diré a Gaby que lo devuelvan

—¡No! ¡Aquí estoy mami! -Gritó la niña saliendo de su escondite-

Al ver la sonrisa victoriosa en la cara de su madre, y el trofeo que ella misma había roto hace un rato en su mano, Alejandra Reyes Elizondo entendió que su madre había vuelto a engañarla

—Lo siento -se disculpó al darse cuenta de que su madre ya sabía la travesura que había hecho-

—¿Que hacias con mi trofeo?

—El tío Albin estaba enseñándome los trofeos del estudio, y Gonzalo lo llamó, así que me dejó sola, me dijo que no tocara nada pero no hice caso

—En ese caso, debo ir a regañar al tío Albin por dejarte sola

—¡No! yo le prometí que me comportaria, no le regañes

—Pues a alguien debo regañar por esto -Dijo fingiendo seriedad- ¿Quieres que te regañe a ti?

—¡No! ¡Regaña a papá! ya está acostumbrado

Sara no pudo contener la risa al oir a su hija decir eso, Franco, con la boca entreabierta por el asombro se acercó a su hija y la tomó en brazos

—Oye, pequeño diablo, ¿Por qué quieres que mamá me regañe a mi? ¡Tu has hecho la travesura!

La pequeña sonrió y se acercó al oído de su padre para susurrarle

—Porfi, papi, acepta el castigo por mi, Andrés me llevará a ver una peli hoy y quiero ir con él, papi

La pequeña Alex miró a su padre con ojos de cachorrito, y Franco asintió antes de bajarla al suelo, en cuanto su padre la soltó, Alex salió corriendo de la habitación

—¿Entonces? ¿Cual es mi castigo? -bromeó Franco-

—Ah, pues tu castigo es no poder tocarme hasta que yo lo diga

—Hey, no hablaba en serio

—Pues yo siempre hablo en serio, mi amor -Le guiñó el ojo antes de salir del cuarto-

Franco suspiró antes de salir de la habitación tras Sarita, definitivamente sus hijas siempre buscarian la manera de meterlo en problemas.

Happier {Sarita x Albin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora