capitulo dos: un nuevo amor

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Sara no podía negar que estaba impresionada con el hombre que tenía enfrente, era guapisimo, y el acento español que tenía, simplemente lo hacía más interesante.

—Ha sido un placer perder contra ti -siguió Albin- ¿Sería la campeona tan amable de acompañarme a tomar algo?

Sara se sorprendió ante la actitud tan directa de aquel hombre, normalmente esta era la parte donde ella decía algo como "Mis hijos me están esperando" o "Quizás otro día" para evitar aceptar la invitación.

Sin embargo, aquella tarde hizo algo que ni ella pudo creerse.

—Claro que sí, encantada -Le sonrió-

Por primera vez en casi dos años, Sara Elizondo aceptaba una invitación a una cita.

Albin la guió hacia el bar, antes de ingresar, Sara llamó a Norma, en cuanto esta le contó que un hombre la había invitado a tomar algo, Norma no dudó en decirle que ella se encargaba de Andrés y Gaby.

El caballista le indicó que lo esperara en una mesa, algo apartada del resto, y a los pocos minutos, volvió con tragos para ambos.

—Debo admitir que tu actuación allí fuera fue magistral, pocas veces he visto a un caballo brillar así, debes ser una muy buena adiestradora.

—No se trata tanto del entrenamiento, sino más bien de la conexión con el animal, ese campeón que me acompañaba se llama Sexto, y ha sido mi mejor amigo desde el primer día que lo conocí, he logrado conectar con él mucho mejor que con muchas personas.

Albin Duarte quedaba cada vez más impresionado con Sara Elizondo, si, la conocía y la respetaba, como la mayoria de los hacendados en la región -aunque muchos no quisieran admitirlo- Pero siempre había creído que Sara Elizondo era una mujer bastante seria, pues era lo que opinaban todos sobre ella.

Al oírla hablar de esa manera, Albin podía ver más allá de lo que los demás veían, el brillo en los ojos de Sara Elizondo le demostraba a Albin que era una mujer mucho más dulce de lo que aparentaba.

El caballista no solo había quedado sorprendido con la personalidad de Sara, sino también con su belleza. Tenía un estilo bastante único, a diferencia del resto de las mujeres, Sara amaba vestirse con camisas, pantalones sencillos o vaqueros, pero a pesar de ser prendas simples, las lucía con una elegancia digna de una hacendada.

—¿Y, que te trae por estos lados? se nota que eres Europeo, ¿que te llamó tanto la atención como para terminar en un pueblo como San Marcos?

—La verdad es que jamás me había planteado la idea de competir aquí, pero, entre insistencias de los amigos. acabé cediendo, no me arrepiento, eso si. San Marcos es un pueblo bellísimo

—A veces puede ser un tanto peligroso, pero existe aquí una paz que no se ve en otros lugares.

—Tu eres la dueña de la hacienda... ¿Meraki, verdad?

Sara asintió orgullosa, la dueña y señora de una de las haciendas más grandes, exitosas y respetadas de la región, esa era ella.

A pesar de que en su juventud, nadie creía en sus capacidades, Sara había cumplido sus sueños de tener una gran hacienda reconocida en la zona.

—He oído mucho sobre esa hacienda, y los maravillosos ejemplares que de allí salen.

—He luchado mucho por hacer de la hacienda lo que es hoy, junto a... Bueno, mi ex esposo, logramos posicionarla como la mejor durante tres años seguidos, y ahora yo me encargo de mantenerla, sin salir jamás del podio.

—¿Ex? ¿Estás divorciada?

Albin no había oído mucho sobre la vida privada de Sara Elizondo, si sabía sin embargo que era parte del clan Reyes Elizondo, dueños de las cuatro haciendas más respetadas de la zona.

Happier {Sarita x Albin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora