dark moon ✧ sanwoo

01 ❝disculpa❞

Wooyoung había estado corriendo por el bosque como todos los días, descalzo y con una sonrisa en su rostro.

Era muy feliz corriendo por su hogar, protegiendo a pequeños animales, explorando, subiéndose a árboles. Por eso sus padres lo regañaban todo el tiempo; todos los días llegaba sucio, como si se hubiera revolcado en la tierra.

Pero Wooyoung seguía haciéndolo, se sentía tan alegre como nunca. Y además, quería saber a la perfección cada rincón de su manada para ser un gran alfa como su padre, porque era lo que más quería.

Había llegado a la manada; las casas en el bosque, los miembros con sus familias, los cachorros corriendo de un lado para otro.

Vio a su appa, que llevaba una canasta con verduras y que caminaba hacia su casa. Wooyoung corrió hacia él.

─¡Appa!

Hongjoong volteó en su dirección y abrió mucho los ojos cuando vio el estado tan sucio de su hijo.

─¡Jung Wooyoung! ¡Te dije que ya no te ensuciaras tanto!

Wooyoung se rió y abrazó a su appa, quien sólo rodó los ojos y con cariño revolvió el cabello de su hijo.

─Lo siento, es que tropecé varias veces, pero ahora me doy un baño y estaré limpió otra vez ─sonrió abiertamente y Hongjoong asintió.

─Me parece bien. Además, el líder Sanghun llegó hace unos minutos, está hablando con tu padre con los demás viejos del Círculo, debes saludar y platicar con San.

Con sólo escuchar su nombre, Wooyoung puso los ojos en blanco e hizo un puchero después.

─Appa, no quiero hablar con él, es tan aburrido.

Hongjoong negó con la cabeza y pellizcó la mejilla de su hijo. Él se quejó.

─No puedes ser maleducado. Ahora ve a asearte y de inmediato acompañas a San, está en la biblioteca.

Wooyoung siguió quejándose hasta que llegó a su habitación.

Choi San, un cachorro de quince años, como Wooyoung, con el que nunca se había llevado bien.

La primera vez que lo vio, ambos tenían siete años, pero terminaron peleando en la primera plática.

A Wooyoung nunca le agradó, era muy serio, todo amargado y no platicaba sobre sus cosas. Wooyoung es completamente lo contrario; es todo platicador, energético y risueño. Por eso nunca ha podido congeniar con Choi San.

Lo odió más ese día.

Había llegado con su padre, el líder alfa de la manada del Este, para asuntos del Círculo que Wooyoung todavía no entendía del todo. Sólo sabía que sus miembros eran los más viejos de la manada, por eso había que tenerles mucho respeto, así como al líder alfa de su manada, su padre.

Su appa le había obligado, como siempre, a hablar con San para que no se sintiera solo, aunque Wooyoung sabía que no funcionaría pues San era más solitario que un oso panda, pero aún así obedeció y fue con él.

Como siempre, lo encontró leyendo un libro sentado bajo un árbol.

San lo había notado varios metros antes pues Wooyoung siempre fue ruidoso con sus pasos. Suspiró mientras sentía cómo el rubio se sentaba a su lado.

Nadie dijo nada por un par de minutos, pero como Wooyoung no podía quedarse callado, fue el primero en hablar, como siempre.

─¿No sabes hacer otra cosa? ─San rodó los ojos y lo miró.