dark moon ✧ sanwoo

13 ❝salvaguardia❞

Hongjoong había invitado a Yunho y Mingi a cenar en su casa. Sabía que estaban muy cansados después del viaje y quería hacerlos sentir cómodos. Después de todo ellos habían cuidado de su cachorro mientras él no estaba. Yunho le había ayudado con la cena y Mingi trataba de hacerlo, pero era muy torpe al respecto y mejor decidió quedarse sentado en la silla y esperar.

Cuando la cena estuvo lista, Hongjoong llamó a Seonghwa y a Wooyoung quienes estaban en la sala conversando.

─Ya extrañaba tu comida, appa ─le dijo Wooyoung con ojos brillantes y tomó asiento a un lado de Mingi.

Hongjoong le sonrió y sirvió los platos y una vez la mesa servida comenzaron a comer.

Wooyoung pensó que si San hubiera estado ahí sería mucho mejor y eso hizo que el calor le subiera en la cara. Extrañaba a San. Sabía que sólo habían pasado algunas horas desde que llegó, pero era lo que pasaba cuando un omega y un alfa se atraían; se deseaban y necesitaban y al ser la primera vez donde Wooyoung estaba muy lejos de San durante mucho tiempo era extraño. Tuvo que obligarse a concentrarse en la cena y en la plática de Yunho y Hongjoong. Al parecer Yunho le había agradado mucho a su appa y Wooyoung estaba feliz por eso. Mingi hablaba de vez en cuando y Seonghwa sólo escuchaba mientras asentía a los comentarios.

Después de terminar, Mingi se ofreció a lavar los platos al no poder haber ayudado lo suficiente en la cena y Hongjoong a regañadientes aceptó, diciendo que sería la única vez. Después la pareja se despidió y fueron a su habitación. Wooyoung avisó que se acostaría cuando hubieran terminado de limpiar y que acompañaría a Yunho y a Mingi a las habitaciones para visitantes.

─¿Qué era lo que hacía San aquí cuando venía? ─preguntó Yunho mientras secaba los trastos─. Supongo que no lavaba los platos ─se rió.

Wooyoung negó con la cabeza y sonrió al recordar cuando él y San eran unos cachorros, cuando no se soportaban y sólo querían golpearse entre ellos.

─Él nunca entró a mi casa; jamás lo invité ─Wooyoung se rió un poco─. No nos tolerábamos y mi appa siempre me obligaba a hablar con él para que no se sintiera solo, aunque le gustaba más estar solo ─se encogió de hombros─. El lugar en el que siempre estaba era en la biblioteca, así que eso era lo que hacía; tomaba un libro prestado y leía en cualquier lugar.

─Entonces no ha cambiado en nada ─dijo Mingi─. Un aburrido de primera.

Los chicos se rieron y cuando terminaron de limpiar caminaron hacia afuera de la casa, directo a la cabaña para los invitados. La noche era oscura, siendo sólo iluminada por la luna creciente cóncava. Wooyoung cerró los ojos, sintiendo la energía que la luz de la luna provocaba en él y aspiró el aroma a bosque. Amaba esa pequeña libertad que era el salir de casa por un momento.

─¿Dónde está la biblioteca? ─preguntó con curiosidad Yunho y Wooyoung apuntó a una cabaña cerca de la sala de reuniones.

─Por ahí, ¿por qué?

Yunho sólo se encogió de hombros.

─Por nada.

Wooyoung dejó pasar aquello y caminaron unos metros más hasta que llegaron donde Yunho y Mingi se hospedan.

─Descansen, mañana nos vemos ─se despidió Wooyoung.

─Igual, gracias por la comida ─dijo Mingi con una sonrisa y, despidiéndose con las manos, Yunho y Mingi entraron a la habitación.

Wooyoung continuó su paso de regreso a su casa, pero a mitad del camino un ruido de una rama romperse lo detuvo; miró a todas partes. Era tarde por lo que ya no había gente afuera de sus casas, sólo Wooyoung, y se sintió un poco nervioso. Sacudió su cabeza, diciéndose que sólo era su imaginación y prosiguió, pero sin dejar de mirar hacia todas partes.

Una vez dentro de su casa; cerró con llave y apagó las luces. Subió las escaleras hacia su habitación y al estar dentro de ella se despojó de sus prendas, quedando sólo en ropa interior. Se metió dentro de las sábanas y se recostó, cerrando los ojos.

Aunque estaba en casa, en su habitación, en su cama, se sentía incompleto al no tener a San detrás de él, abrazándolo por la espalda y respirando en su cuello. Su lobo interior chilló y abrazó la almohada; suspirando. Se preguntó qué estaría haciendo San en ese momento.

➤➤➤

San dejó caer su cabeza hacia atrás, apoyándola en la pared y cerró los ojos. Podía escuchar las indicaciones que Jeonghyun, el médico de la manada del Este, le decía a Jaemin, hasta que los pasos directo a la puerta lo hizo enderezarse. Jeonghyun salió y miró a San.

─Están bien, puedes pasar ─le dijo el hombre y San entró rápidamente.

Jeno seguía dormido encima de una cama; tenía vendas rodeando su torso desnudo y su brazo derecho, tenía otras pequeñas heridas en el rostro que ya estaban sanando y respiraba tranquilamente. Jaemin estaba sentado en una silla frente a él. San se acercó al omega y arrastró otra silla a su lado. Jaemin lo miró con sus ojos rojos y cansados.

─No quiero presionarte ─habló San─, pero tengo qué saber exactamente lo que pasó.

Jaemin asintió y se acomodó la cobija que lo cubría.

─Está bien ─Jaemin dejó salir un suspiro tembloroso─. Jeno y yo salimos al bosque a caminar, comenzamos a jugar a quién llegaba antes a los límites de la manada, pero antes aparecieron como ocho lobos y... ─Jaemin miró a San con preocupación─. Preguntaron por ti, uno dijo tu nombre, como si ellos supieran que eras nuestro líder y sólo nos atacaron. Nos transformamos y Jeno fue quien salió mucho más herido al tratar de protegerme ─una lágrima resbaló por la mejilla de Jaemin y miró a Jeno─. Él casi muere y... sólo se detuvieron cuando estuvimos lo suficientemente derrotados. Con la poca fuerza que me quedaba lo cargué hasta aquí y es todo ─Jaemin sollozó.

San sobó la espalda de Jaemin con delicadeza, dándole a entender que todo estaría bien y observó a Jeno.

Jaemin y Jeno eran pareja y los conocía desde pequeños, no podía imaginar qué era lo que sentía Jaemin en ese momento; el ver a tu alfa a punto de morir... No quería ni pensarlo. Si Wooyoung hubiera estado en esa situación...

Wooyoung. No podía permitir que volviera todavía. Al parecer esa manada lo buscaba y no dejaría que Wooyoung estuviera en peligro por su culpa. Tenía que avisarle a Mingi y a Yunho que no volvieran.

San se puso de pie y Jaemin lo miró.

─Prometo que arreglaré esto ─le dijo San─. No dejaré que ningún miembro de mi manada salga herido por esto.

─Gracias ─le dijo Jaemin con lágrimas en los ojos y San asintió. Salió de la enfermería una vez se despidió.

San era un alfa, el líder alfa de la manada del Este y como obligación tenía que proteger a su manada. No iba a permitir que algo así volviera a pasar. Descubriría quién estaba detrás de todo esto y lo haría pagar. Nadie lastimaba a su familia.