Las últimas dos semanas habían pasado rápidamente. Wooyoung comenzaba a acostumbrarse al lugar y se dijo que no había sido tan malo después de todo, pero eso no significaba que no extrañara a su familia.
Todo iba muy bien, excepto por San. Wooyoung lo había notado muy distante, apenas se hablaban y el alfa llegaba tarde en la noche a dormir, haciendo que no se encontraran con frecuencia. Le había dicho en pocas palabras que estaba ocupado con asuntos del Círculo y que como líder tenía que estar presente en todas las reuniones. Wooyoung le creyó al principio, pero al pasar los días comenzó a pensar que San sólo lo evitaba.
El omega estaba dolido. Lo extrañaba mucho. La última vez que estuvieron juntos Wooyoung se dio cuenta que San lo hacía sentir especial, no sólo porque su lobo interior estuviera obsesionado con él, sino que él mismo lo sintió. Al siguiente día despertó emocionado de estar a un lado del alfa, pero sólo estaba en su habitación y San no estaba en la casa. Trató de hablar con él horas después, pero sólo recibió un corto saludo.
Wooyoung creyó que él había hecho algo mal o que San estaba arrepentido de haberlo elegido como su omega. No tenía ni idea, pero de que algo le pasaba a San estaba cien por ciento seguro.
Lo único que lo hacía relajar después de estar mayormente estresado era correr por el bosque en su forma de lobo. Correr sin detenerse, olfatear el aire con olor a pino y estar en la naturaleza en sí era el momento favorito de Wooyoung. Llevaba un par de horas merodeando por el territorio de la manada del Este, hasta que se cansó y comenzó a regresar.
Yunho lo había acompañado y le dijo que lo esperaría en el mismo lugar. Wooyoung lo invitó a ir con él, pero el omega más alto negó, diciendo que prefería tomar una siesta.
Estaba cerca de donde habían quedado para verse para que Yunho le entregara su ropa, pero Wooyoung notó otro aroma familiar; tierra mojada y pergamino. San estaba frente a él. Estaba sentado en la roca donde dijo Yunho que lo esperaría y a su lado estaban las prendas que Wooyoung se había quitado horas antes.
Cuando San vio el gran lobo blanco de Wooyoung, se puso de pie y muy dentro de él sintió su corazón latir con fuerza y rapidez. Wooyoung era hermoso. Miró sus brillantes ojos esmeraldas y se acercó.
─Sé que no me esperabas a mí. Yunho me pidió que tomara su lugar mientras iba por algo de comida ─el alfa tragó saliva y vio cómo el lobo se acercaba lentamente a él.
Wooyoung había entrenado duro para tener completo control de sí mismo cuando estuviera transformado, pero en ese momento perdió por unos segundos el control y terminó rodeando el cuerpo de San; inspeccionándolo, hasta que puso su gran cabeza en el torso del pelinegro y se restregó, siendo acariciada después por las manos cálidas de San.
─Demonios, Wooyoung, no creí que fueras tan grande ─se rió un poco mientras pasaba sus dedos por el pelaje albino del lobo y éste movía sus orejas y cola con satisfacción. Y es que los hombres lobo eran el doble de grandes que un lobo normal.
Después de unos segundos, Wooyoung se separó, volviendo a la realidad, y comenzó a transformar su cuerpo en el de un humano. Haber entrenado por años para controlar la transformación no quitaba el doloroso cambio, pero no era comparado al de la primera vez.
Terminó, pero no había podido levantar la mirada. Estaba de cuclillas tapando su cuerpo desnudo y con las mejillas sonrojadas hasta las orejas. Sabía que no debía avergonzarse porque San ya lo había visto sin ropa, pero era extraño cuando llevaban días sin hablar correctamente.
Entonces sintió su chaqueta ser puesta sobre sus hombros y escuchó la voz de San decir:
─Está bien, no miraré.
Eso empeoró todo pues Wooyoung sintió su cara más caliente que antes. Se puso de pie y arrebató la ropa de las manos de San para girarse y comenzar a cambiarse.
─No es eso ─explicó Wooyoung abochornado─. Es que no me has hablado en días y apareces de repente. Para ser sincero estoy un poco enojado contigo ─terminó de ponerse el pantalón entre tropezones y lo abrochó.
─Lo siento, en serio, es que...
─No me vengas con que son asuntos del Círculo ─Wooyoung lo miró herido─. No has querido estar conmigo, ni siquiera en la misma habitación.
San notó la tristeza del omega y no pudo evitar sentirse como un verdadero idiota. Había pensado en sí mismo como siempre y no se detuvo a pensar en lo que sentía Wooyoung.
─No es por ti, Wooyoung, yo soy el problema ─el alfa suspiró─. Soy egoísta y estoy enojado conmigo mismo por eso.
─No lo entiendo.
─Wooyoung ¿no ves lo que te obligué a hacer?
El omega rodó los ojos.
─¿Por qué insistes en eso? Te dije que no es tu culpa ─el alfa se quedó mirándolo sin decir nada y Wooyoung prosiguió: ─Además, me gusta estar aquí ─confesó mientras se encogía de hombros─. Y me gusta estar contigo.
─¿Seguro? ¿No me odiabas hace unas semanas?
─Ya no somos niños, San ─le sonrió─. No voy a mentir sobre que no me caías bien ─se rió─, pero ahora... me gustas.
San se quedó en silencio durante algunos segundos, sólo mirando al omega de esa forma que lo volvía loco. Wooyoung no protestó, no le advirtió que lo dejara de mirar de esa forma porque en ese momento amaba ser observado de esa manera. San lo hacía sentir deseado.
─Sólo quiero aclarar algo ─dijo San─. Sabes lo que le pasa a un hombre lobo cuando se queda solo ─Wooyoung asintió─. Y sabes porqué te elegí sólo a ti como mi omega ─el rubio volvió a asentir─. Tú me salvaste, Wooyoung, si te hubieras negado ese día a venir conmigo, cualquier omega estaría en tu lugar y yo simplemente no sería el mismo, porque no serías tú.
Wooyoung mordió su labio inferior, sintiendo su corazón latir desenfrenado. Comenzaba a acostumbrarse a actuar como un idiota por culpa de San.
─San ─Wooyoung estuvo frente al alfa con sólo unos centímetros separándolos─. ¿Qué me hiciste? ─preguntó refiriéndose a todo lo que el pelinegro había provocado en el omega desde un principio.
─¿Qué me hiciste tú? ─y San acortó el espacio que los separaba, juntando sus labios con los de Wooyoung.
Lo tomó de la nuca y Wooyoung lo abrazó de la cintura, moviendo sus labios y probaron con sus lenguas cada espacio de sus bocas. Habían extrañado tanto el contacto físico que les fue difícil separarse. Juntaron sus frentes sin alejarse ni un poco y San habló:
─Te tengo una sorpresa.
Wooyoung lo miró curioso y San lo tomó de la mano, comenzando a llevarlo hacia la manada. Caminaron por varios minutos sin soltarse y Wooyoung no dejó de preguntar sobre qué era la sorpresa. El alfa no le contestó. Fue hasta que al acercarse, Wooyoung percibió dos aromas familiares. Entonces miró a lo lejos las dos figuras de sus mejores amigos y de un segundo para otro se encontró corriendo hacia ellos. Jongho y Yeosang lo miraron y con una gran sonrisa lo abrazaron.
Entre el abrazo, Wooyoung observó a San; él estaba de pie con los brazos cruzados a unos metros y le sonrió en agradecimiento. El alfa le devolvió el gesto y asintió. Definitivamente San estaba cayendo por Wooyoung y él por San.
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dark moon ✧ sanwoo
Fanfiction𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐌𝐎𝐎𝐍 | Wooyoung conocía a San desde pequeño, pero ambos eran tan diferentes que nunca pudieron ser amigos, hasta un día, pero fue el único en el que pudieron congeniar antes de que San desapareciera. Años después, el líder de la manada...