dark moon ✧ sanwoo

11 ❝te necesito❞

Después de haber platicado por horas con sus mejores amigos, Wooyoung se había ido a la cama. Yeosang y Jongho se habían hospedado en la casa de invitados que tenía San.

Wooyoung se sentía aliviado de poder hablar con sus amigos después de varias semanas y no quería irse a dormir, pero Yeosang y Jongho se notaban cansados por el viaje y quería dejarlos descansar.

Cuando Wooyoung entró a su habitación hizo una mueca. Había dormido ahí por dos semanas, pero en realidad no quería estar ahí, la habitación era fría y solitaria. Extrañaba los brazos de San rodeando su cuerpo.

Con pasos lentos salió de su habitación y cerró la puerta. Fue hacia la de San. Estaba nervioso y es que temía que San no lo quisiera con él esa noche. Se habían besado, pero eso no significaba nada cuando San comenzaba a actuar raro al día siguiente.

Wooyoung suspiró.

No perdía nada con intentar, además, no sólo quería estar con San; lo necesitaba.

Tocó levemente la puerta y agudizó el oído, pudo escuchar unos suaves pasos caminando hacia él. Su corazón latió con fuerza debido a los nervios y esperó. La puerta se abrió y Wooyoung se tensó cuando miró a San. Éste sólo traía bóxer y su cabello azabache despeinado. Wooyoung se mordió el labio sin poder evitar mirar el cuerpo desnudo del alfa y su lobo gimió.

─Perdón si te desperté ─murmuró el omega─, es sólo que...

─Pasa ─dijo San haciéndose a un lado para que Wooyoung entrara.

Wooyoung caminó hacia la cama del alfa, sintiéndose extrañamente cómodo y cálido.

─Quería decirte si mañana puedo acompañar a Jongho y Yeosang a la manada del Oeste para ver a mis padres ─Wooyoung no miraba a San y agradeció tanto que la luz estuviera apagada para que el alfa no pudiera notar las orejas rojas del rubio.

San se le acercó.

─No debes pedirme permiso, si quieres ir está bien ─respondió el pelinegro mientras encendía la lámpara y se sentaba en la orilla de la cama. Wooyoung lo miró a los ojos.

─Lo siento, es que esto de ser... omega, tú sabes, no puedo evitarlo.

Menos cuando te deseo, pensó Wooyoung, sin dejar de recorrer el cuerpo del alfa con la mirada. Comenzaba a salirse de control, otra vez, pero es que necesitaba tanto a San, lo necesitaba en él.

Wooyoung gimió involuntariamente, sintiendo la excitación en su vientre y su piel ardió. Pudo escuchar un gruñido por parte de San y eso sólo lo encendió más. Mierda, tenía que salir de ahí.

─E-Era lo único que quería decirte, descansa ─a regañadientes obligó a sus pies a avanzar hacia la puerta, pero el agarre de la mano de San en su brazo lo detuvo. El rubio tembló.

─No viniste eso ─murmuró el alfa detrás de Wooyoung, rozando su nariz en el lóbulo de su oreja y su cuello. El omega gimió de nuevo y sin esperar ni un poco se giró y presionó sus labios en los de San en un salvaje beso.

Chupó su lengua y mordió su labio inferior, queriendo probar todo del alfa. San lo alzó y Wooyoung colocó ambas piernas alrededor de la cintura del pelinegro. No dejaron de besarse mientras San lo acostaba en la cama y sin quitarse de encima se restregó en el cuerpo del omega, metiendo sus manos calientes en la playera de Wooyoung y pellizcó sus pezones. Wooyoung gimió con fuerza y alzó sus caderas, haciendo que su pene chocara con el de San sobre las estorbosas prendas.

─Mierda, te extrañé tanto ─jadeó San besando el cuello del rubio y éste se estremeció. Para los omegas era un lugar sensible y no pudo evitar pensar la sensación que sentiría si San lo marcara.