dark moon ✧ sanwoo

17 ❝oscuridad❞

San no se había movido desde que Wonho se adentró en el bosque. Sólo caminaba de un lado a otro; esperando mientras se mordía las uñas. Sólo habían pasado treinta minutos y ya estaba desesperado.

Cuando volteó, vio a Jaemin y a Jeno caminar. Sintió alivio por el alfa y se acercó a ellos.

─Me alegro que estés mejor ─le dijo San y Jeno sonrió.

Las ventajas de ser un hombre lobo, es que las heridas curaban demasiado rápido. Jeno estuvo gravemente herido, por eso tardó más de lo normal.

─Yo también ─se encogió de hombros y miró a Jaemin con tristeza─. Creí que moriría.

─No voy a permitir que pase de nuevo ─San puso una mano sobre el hombro de Jeno─. Voy a protegerlos.

─Y nosotros vamos a ayudar ─Dijo Jisung mientras caminaba hacia él. Chenle venía detrás.

─Se los agradezco, chicos, pero no los voy a poner en peligro a ustedes, todavía son muy chicos.

─Soy el alfa más fuerte de mi generación, Chenle el omega más fuerte, podemos ayudar ─Insistió y San suspiró.

Iba a negarse de nuevo, pero un aullido lo hizo girarse hacia el bosque. Era Wonho y ese aullido era la señal de que lo habían descubierto.

─¡Mierda! ─San corrió cerca del bosque, pero no se acercó más.

Tenía que hacer algo, tenía que ayudar a su amigo o no se lo perdonaría.

─Vamos contigo ─Dijo Jeno con los puños apretados y los demás se acercaron para asentir.

San gruñó, pero no tuvo más remedio que asentir.

─¡Jooheon, Hyunwoo, es hora de irnos! ─Avisó San y ambos alfas llegaron junto a él.

San se transformó en el gran lobo negro que era y se echó a correr, con todos los demás transformados detrás de él. Corrieron sin parar mientras gruñían y respiraban con fuerza. San mantenía la mirada en todos lados, inspeccionando y también olfateaba por si algún aroma extraño se encontraba.

Sus patas se mantenían firmes, estaba decidido a hacer lo que sea para proteger a su gente. Sabía que los viejos iban a enojarse un montón cuando se dieran cuenta de que San se había arriesgado, pero no le importaba, si él no hacía nada no iba a poder estar tranquilo.

De pronto sintió un dolor en el pecho que lo hizo frenar y chillar. Comenzaba a sentir miedo y dolor, como si hubieran presionado un botón para que comenzara a sentirlo. Todos se detuvieron y lo rodearon, olfateándolo y preguntándole qué le pasaba. San se tiró al suelo y chilló con más fuerza. No sabía qué le pasaba y ese miedo era el peor que había sentido en toda su vida, pero después se detuvo de repente y por fin pudo respirar y ponerse de pie. Agitó su cabeza y trató de pensar sobre lo que había pasado. No lo supo, hasta que un aroma inundó el aire; peonías y hierbabuena. Sus sentidos se intensificaron y salió corriendo.

Wooyoung estaba cerca y debía de llegar lo antes posible hacia él. Corrió, corrió y corrió, pero el olor a sangre lo golpeó y eso lo asustó. Podía ver algo a lo lejos; dos sombras en el suelo. Su corazón latió con fuerza y reconoció sus aromas.

Cuando estuvo frente a ellos, volvió a su forma humana y se arrodilló, mientras sentía las lágrimas resbalar por sus mejillas.

─No, no, no ─Sollozó mientras veía a sus dos mejores amigos tirados en la tierra.

Sus cuerpos estaban llenos de sangre, con heridas horribles y... parecía que no respiraban.

─Déjame revisarlos ─dijo Chenle con voz entrecortada y con manos temblorosas acercó su dedo índice y corazón a la yugular de ambos. El pequeño omega cerró los ojos y comenzó a llorar. San se tapó la boca con las manos─. Tienen el pulso muy débil, si no hacemos algo...