«Querido Said:
Te apareciste en mi casa a la tres de la mañana con una guitarra.
Y estabas ebrio.
Gritaste mi nombre tantas veces que no me diste más remedio que salir al frente y callarte la boca.
Aunque mi intención era cubrírtela, tú tenías otros planes.
En un rápido movimiento tuyo, terminaste robándome de nuevo un beso.
Said 2, Melody 0.
Att. Melody».
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Las mentiras que te escribía © | EN CURSO
Humor«Las mentiras son malas, pero no tanto como ponerle laxante al vaso de tu enemigo». *** Primer borrador 2022-2023. Todos los derechos reservados del autor. Prohibida su copia parcial o total cu...