Veinte y dos.

241 40 20
                                    

«Querido Said:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Querido Said:

El resto de las horas no podía dormir por tus palabras y estaba cansada.

Así que desde que salió el sol me cambié de ropa y esperé que fuera una hora medio prudente para ir a tu casa.

Me abrió tu mamá con una sonrisa cálida y yo intenté hacer lo mismo, pero mis escasas horas de sueño me pasaron factura.

Ni tuve que preguntar sobre ti ya que tu mamá apenas que entré me dijo que seguías durmiendo, como si supiera que fui solo por ti.

Era cierto aquello, pero me molestaba que lo intuyera.

Ni me podía imaginar que llegó a pensar tu mamá el día que me besaste, pues me vio salí corriendo mientras me cubría la boca.

Subí por las escaleras y entré a tu habitación, algo había cambiado desde la última vez que fui.

Tu habitación ya no parecía alguna escena de un terrible crimen, estaba todo organizado y la luz entraba por las ventanas.

Y ahí estabas tú, tan tranquilo que me daban ganas de tomar una almohada y asfixiarte.

Me daba envidia que pudieras dormir como si nada y yo no había podido pegar un solo ojo por tu causa, por tus estúpidas palabras y tus suaves labios.

Te maldecí interiormente.

Debí de tomarlo sin importancia como una más de tus idioteces, pero esa vez no pude.

Te contemplé un rato y luego decidí despertarte como te mereces.

Llené un vaso de cristal de agua de una jarra que estaba una de las mesitas de noche y te arrojé el líquido en toda tu preciosa cara.

Cómo un gato asustado que lo acaban de bañar te despertaste y cuando te diste cuenta de que yo estaba ahí, frunciste el ceño.

"¿Qué carajos, Melody?" interrogaste con la voz ronca, estabas hecho un asco.

Solo te miré fijamente.

"¿Por qué?", pregunté.

"¿Por qué, qué?", respondiste.

"¿Por qué dijiste que no querías me alejara de ti?", insistí.

Necesitaba saberlo, algo muy dentro mío necesitaba escucharlo.

Pero solo te quedaste en silencio.

Att. Melody».

 Melody»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las mentiras que te escribía © | EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora