«Las mentiras son malas, pero no tanto como ponerle laxante al vaso de tu enemigo».
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Primer borrador 2022-2023.
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«Todavía recuerdo la primera vez que choqué contigo.
En ese entonces estábamos a pocos días para entrar en el verano, pero aquel día estaba nublado, parecía que el cielo estuviera enojado con el sol, porque no dejaba que un rayo solar saliera a flote.
Recuerdo exactamente que ese día estaba cansada, solo había dormido algunas horas porque estaba terminando algunos detalles sobre un guion que teníamos que presentar aquel día.
Para ser sincera no fue nuestra mejor obra, aunque recordando que solo ensayamos únicamente tres veces, estaba bien. No podía quejarme...
A todos nos alegró que saliéramos dos horas antes, ya que según nos informaron tenían una reunión de docentes.
Estaba tan distraída pensando en cuál asignatura podría adelantar, cuando llegara a la casa que se me olvidó que había personas delante de mí. Y justamente tenías que ser tú con quien choqué.
Al momento del impacto pude ver tu cara, estabas tan cerca, tu semblante reflejaba confusión y algo de sorpresa. En el momento que tus ojos se encontraron con los míos, ahí entendí la frase de "Los ojos reflejan la ventana del alma", me quedé encandilada en esos ojos azules con reflejos verdes.
Empezaste a recorrer mi rostro con tu mirada, con un leve destello de curiosidad en tus ojos. Sin embargo, rápidamente descarté la idea de seguir haciendo lo mismo, ya que cada segundo me avergonzaba por distraerme así con alguien que apenas conocía.
Me disculpé contigo todavía teniendo mi mirada clavada en mis manos, aquellas que habían comenzado a transpirar.
Tu respondiste que no había problema, aunque uno de tus amigos dijo lo contrario. En aquel momento no tenía la suficiente valentía para defenderme y mucho menos para seguir sosteniéndote la mirada.
Tal vez en ese momento no había notado que tenías algo diferente.
Ojalá me hubiese dado cuenta desde un inicio.
Att. Aún una avergonzada Melo».
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