Nos vamos

488 49 2
                                    

En el trineo de Norte, Diana era invadida con preguntas, todos menos Jack querían saber sobre ella, el solo la ignoraba, había reunido el valor para declararle su amor, pero no era ella, no sabia cuando podría reunir el valor suficiente otra vez. Cuando una pesadilla en forma de caballo desestabilizó el trineo haciendo caer a Conejo al vacío, pero Diana salto del trineo sosteniéndolo y dejándolo suavemente en el techo de un edificio.

-Debiste dejarlo caer, Diana-dijo Víctor apareciendo a su lado.

Pero Diana estaba preparada, saco su espada y lo ataco, pero el desapareció dejando una estruendosa risa atrás.

-Muestrate-grito Norte uniéndose a ellos junto con los demás.

Pero había desaparecido sin dejar rastro, esto era muy extraño, parecía ser una.....emboscada. De la nada aparecieron cientos de creaturas de pesadilla que atacaban sin cesar, todos las destruían, pero parecía que nunca se acabarían.

-Cuidado-grito Jack disparando un rayo de escarcha que paso muy cerca de la cabeza de Diana, destruyendo una pesadilla que estaba por atacarla.

-Gracias-respondio ella, pero luego disparo una flecha que corto un poco de su cabello, pero diendo en el blanco a una pesadilla detrás de el-estamos a mano-dijo dedicándole una sonrisa que embobo al guerdian.

-La cabeza en el juego-grito Norte peleando contra las pesadillas-si la quieres mantener pegada al cuerpo.

Uno a uno, fueron diezmando las pesadillas hasta mostrar a Pitch sobre un dragón de pesadilla, pero Víctor no estaba por ningún lado, eso no importaba, ellos atacaron al dragón, pero sin éxito, el único problema era que solo los estaba distrayendo, era difícil creer que Pitch, el rey de las pesadillas, fuera la distracción. El plan era dividirlos de nuevo, mantener a Karely en las garras de Víctor para usar su fuerza y su influencia en los guardies para derrotarlos.

-Por aquí, Diana-dijo Víctor tomándola por sorpresa cuando estaba por volar hacia donde estaban los guardianes-por aqui.

Pero el no estaba por ningún lado, ella preparo sus armas lista para atacar, pero a que, Víctor no estaba por ningún lado.

-No te tengo miedo-mintio ella, tenía miedo de lo que pudiera pasar, ya había estado a solas con el y eso había sido difícil para ella.

-Yo creo que si-resono su voz-detras de ti.

Ella estaba por disparar una flecha cuando se dio cuenta de que el tenia a una chica de cabello azul como escudo.

-Diana-gimio la chica asustada-que esta pasando.

-Tranquila-respondio ella tensando aun mas la cuerda de su arco-arreglare todo.

-No podrás arreglar esto-respondio Víctor tomando el rostro de la chica llenándolo de terror-solo que quieras verla morir.

Ella solto sus armas, no mostró miedo, solo se entrego, las pesadillas no se acercaban a ella, sabían que no tenia miedo. Las pesadillas la rodearon, pero no la atacaron, solo la rodeaban, sabían que no tenía miedo, eso la estaba pro tegiendo de las pesadillas, de la nada, Víctor lanzo a la chica de cabello azul al vacío, al verla caer, Diana intento correr a salvarla, pero el miedo de lo que le pudiera pasar a su amiga la aterró dándole oportunidad a las pesadillas para atraparla con cadenas de arena negra que rodearon su cuerpo haciéndola caer, ella grito, pero las pesadillas se convirtieron en una mordaza que le cubrió la boca.

Al escuchar a Diana gritar, Meme dejo las pesadillas a las que atacaba para ayudarla, pero al ver a la chica caer decidió ir por ella, con su arena dorada rodeo a la chica evitando su caída, pero ella estaba muy asustada, era mejor que durmiera.

-Nos vamos, padre-dijo Víctor, levantando las cadenas que sostenían a Diana.

-Por supuesto-respondio Pitch-ya terminamos nuestro trabajo por aquí.

Al ver como las pesadillas se esfumaban, los guardianes vieron como Diana desaparecía junto a Pitch, corrieron lo mas rápido que podían hasta ellos, pero fue en vano, Diana desaparecía de nuevo.

-Diana-dijo Jack cayendo de rodillas y golpeando el piso conjelandolo, había perdido a su amada otra vez.

-La encontraremos, Jack-dijo Hada poniendo la mano sobre su hombro para consolarlo.

El joven guardián ni siquiera se movio por unos momentos, pero transcurrido ese tiempo se levanto de un salto y tomando su cayado se alejo volando tan rápido como pudo, sabia donde estaba la guarida de Pitch, tal vez Diana estuviera hay.

La luna me enviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora