Ella

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El sol del atardecer irradiaba luz y calor desde el horizonte y entraba suavemente en el castillo de las estrellas, mientras si soberana, la Luna seguía observando a su estrella renegada, cada movimiento en la batalla contra las pesadillas y cada vez que se transformaba con ese atuendo oscuro tan renegado en su palacio. Desde que se adueño del cuerpo de Dasira, la expulso de su reino y la renegó como su estrella favorita, había un brillo y una gracia especial en su mirar y sus movimientos.

-Hubo un cambio muy grande en ella-dijo Cynaly viendo el interés de la Luna, aunque dijo que no quería volver a verla-ahora lo hace todo con pasión.

-Es extraño-suspiro la Luna acercando su visión a la ultima pelea que tuvo-su katana es mas brillante y sus pies mas ágiles, nunca peleo así en mi ejército.

Y así era, durante los entrenamientos entre las estrellas, Karely debía suprimir su potencial, algo a lo que los guardianes le habían dado permiso de probar sus propios límites.

Mientras seguían observando, entró a la sala del trono la nueva estrella favorita del astro lunar, paso junto a otras estrellas con la cabeza muy en alto y rebosante de orgullo para llegar junto al trono y sentarse en el primer escalón, quedando de lado a la Luna y su mano derecha, quienes solo la ignoraron. Y con justa razón hacían esto; mientras que Karely era humilde y agradecida del puesto que se le había concedido sin nunca pedirlo; Dasira era prepotente, mientras mas humillación y envidia pudiera sembrar en loa corazones de las demás estrellas mejor para ella.

-Mi luna, ¿que esta haciendo?-pregunto como una tonta, sabía muy bien que ella no llenaba las expectativas como lo hizo Karely, nunca nadie sería capaz de hacerlo.

Una mirada de desaprobación de Cynaly fue suficiente para hacerle entender que su deber era sólo verse linda en ese momento, mientras aquellas que verdaderamente llevaban un peso sobre sus hombros hacían un verdadero trabajo. Ignorando todo a su alrededor, ellas siguieron hablando.

-¿Habra sido una buena idea denegarla como estrella?-pregunto al aire Cynaly buscando que al escuchar su voz, una parte de ella fuera capaz de darle una respuesta-desde la primera batalla de los guardianes a su lado, algo cambio en todos ellos-hizo un ademán para acercarse a Jack, quien sus poderes eran mas fuertes desde que se habían conocido-son más fuertes.

-Un adolescente cree en ellos-suspiro la Luna-ella, o al menos su lado mortal les da más poder que ningún otro niño.

Para ese entonces ya había caído la noche y la Luna se mantenía erguida rodeada se sus estrellas en el firmamento. Mas en el castillo, ella se encontraba paseando por los balcones, esa noche quería verlas salir volando a cumplir sus misiones ancestrales. Las fugaces salían con velocidad dirigiéndose a todo el mundo, enviando sueños por cumplir a todo aquel que los pidiera; mientras que las estrellas volaban a sus posiciones de vigilancia desde donde cuidaban a todo el mundo.

La luna me enviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora