Que pasaría si Pitch volviera, y si no lo hiciera solo, y si tuviera un descendiente.
Y si cada estrella que ves en el cielo fuera un guardián y si la luna no fuera un hombre sino una mujer.
Si una guardiana de la noche, una estrella muy especial fu...
El día llego tan rápido como una tormenta, y con el un torbellino de pensamientos rondaban la mente de la joven estrella. La noche había sido la mejor de todas a pesar de su corazón roto.
-Diana, cariño-la llamo su madre abriendo la puerta-iremos al bosque de paseo, ¿vienes con nosotros?
-Estaré lista pronto.
Y así como lo dijo al cabo de 20 minutos estaba abajo preparada para caminar por horas en las veredas del parque, pantalones de mezclilla, camisa a cuadros de franela, un gorrito regalo de su abuela y un par de botas de escalar que tenía arrumbadas debajo de su cama; subió rápidamente al auto y al llegar al parque bajo como si tuviera un resorte en las piernas, estaba más que emocionada.
Sin darse cuenta, un peliblanco muy especial la observaba sintiendo una punzada en el pecho al verla sonreír, algo que antes le daba cierta alegría ahora podía dañarlo. ¿Por qué hacía esto? Quería asegurarse de que su aún amada Diana estuviera a salvó.
Sin intervención del guardián, la tarde paso rápido, llegando a Diana de regreso a casa Sin más que decir las cosas habían cambiado mucho en pocas horas.
Cayó de nuevo la noche y los guardianes debían reunirse Sólo que esta vez Hada estaba sola, revoloteaba por los prados de pascua con las pequeñas hadas siguiéndola sin emitir sonido.
-Basta Hada, ella vendrá, sé que sí.
Pero sus palabras no lograron calmar sus alas, solo lograron llenar sus ojos de lágrimas.
-Ella tiene el corazón roto... posiblemente nunca vuelva-sus palabras llenas de dolor contagiaron de angustia a sus compañeros guardianes-¿dónde está Jack?
Si bien el peliblanco no pasaba desapercibido, su actitud lo había apartado de los demás hasta el borde del río, solo no quería estar cerca de los demás y que sintieran su dolor.
-¡¡¡Que mierdas le hiciste!!!-se escucho a sus espaldas mientras un brillo cegador aparecía de la nada, seguido de un gran estruendo y chapoteo, Esdir había aparecido de la nada y forcejeaba por Frost en el pequeño riachuelo-¡¿Eres un idiota?! Ella te ama, ¿por qué besaste a otra?
La voz del guardan de la noche se debilitaba al igual que sus golpes y sus fuerzas para mantenerse sobre el guardián, una pequeña puerta de debilidad que él utilizo para dar un giro a las cosas y terminar sobre la estrella que lo miraba con una mezcla de furia y pena en sus ojos.
-Yo no quería, ella me beso y...-suspiro finalmente liberandolo y sentándose en el agua, que a su toque se enfriaba hasta calar en los huesos-Víctor estaba con ella, el la guío hasta nosotros, soy un idiota, la lance a sus brazos prácticamente.
-Eres un idiota-le confirmo el Conejo de pascua cruzándose de brazos-, debe haber una forma de arreglar esto, ¿y si hablas con ella?
-No lo escuchará-suspiro cansado el guardián de la noche mirándolos con pesar-no ha querido hablar conmigo, lo siento aquí-señalo su corazón mirando a Jack-le rompiste un corazón que no había terminado de sanar.
Las miradas de pesar recorrieron al grupo que solo podía suspirar cansado y esperar lo mejor, esperar que Karely fuera fuerte y no dejará que las tentadoras redes de la oscuridad la encerrarán.
•••
No crean que me morí en el camino, recuerden que Dracaria es inmortal.
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Si que pasa el tiempo muy rápido XD igual trataré de escribir seguido.
