Capítulo 6

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- ¿Cómo es posible que haya pasado un mes y no sepan nada de mi esposa? - preguntó fuera de mis casillas a el inepto policía de la comandancia.

- Lo siento señor, la desaparición de su esposa es muy extraña. Tenemos testigos que afirman haber visto atropellar un carro desconocido a una mujer con la descripción de su esposa sin embargo; nadie sabe darnos alguna pista sobre su captor, hemos estado monitoreando todos los hospitales a la espera de que la llevará a urgencias pero su secuestrador es muy inteligente. Sabe que en cuanto ponga un pie en un hospital será detenido no podemos hacer nada más que esperar - no puedo creer que me esté pidiendo tener que esperar, cuando mi esposa lleva un mes lejos de su casa, lleva un mes lejos de su familia.

- No vine a que me dijera algo que ya sé, vengo a exigirle que haga su trabajo, ¡¡ encuentre la!! - dije dando un golpe sobre el escritorio.

- Entiendo como se siente pero no es necesario la violencia, estamos haciendo todo lo que esta en nuestras manos. - no puedo seguir escuchando más excusas, salgo de ahí. Necesito aire, no, para que me engaño, necesito a mi Vanessa de vuelta.

Desde hace un mes mí vida es un caos, no se que habrá pasado con ella, el día que desapareció estuve muy ocupado en la oficina, no estuve a el pendiente de mi celular, cuando escuche el mensaje que me dejó ya íbamos de camino a casa los niños y yo, esperaba encontrarla aquí, pero allí no había nadie, esperé un par de horas pero cuándo no llegaba y no contestaba su teléfono fui a buscarla a el trabajo, ahí encontré sus cosas y su carro, ella jamás había vuelto de almorzar. Dios estoy aterrado, no se si esta bien, si la atropellaron pudo haber perdido a nuestro bebé, la sola idea de pensarlo me hace querer gritar, pero tengo que ser fuerte por mis hijos, necesito ser fuerte por ellos. Me doy una ducha y me recuesto en nuestra cama, tomo mi teléfono y reproduzco una y otra vez su mensaje de voz, necesito oirla, verla sentirla, no puedo vivir sin ella, yo simplemente siento que muero, no entiendo quien pudo habérsela llevado, la humedad en mi rostro me hace darme cuenta que nuevamente estoy llorando, el chirrido de la puerta me hace voltear y observo a mi pequeña hija en la puerta, me levantó inmediatamente y la tomo en brazos, trae su pequeña manta, una manta que mi hermosa Vanessa bordó, es tan buena madre, tan amorosa, ella es sinónimo de amor.

- ¿mami? - dice señalando la foto de nuestra boda

- pronto princesa, pronto volverá- digo abrazándola mas fuerte - tiene que volver.

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En algún lugar de la ciudad...

No se que me pasa, todo se esta saliendo de control, pensé que ella empezaría a amarme ahora que olvido todo lo que dejó atrás, pero no su corazón todavía se resiste a mi, pero ya no más, mi necesidad por ella cada día aumenta, tomo un sorbo de mi vaso de whisky siento el líquido quemando mi garganta, necesito verla, olerla, me he mantenido alejado de ella desde que dejen que mi lobo me dominara y la golpee, yo no quería pero mi amor por ella no me deja pensar con claridad. Dejo mi vaso sobre la mesa y me encamino a la habitación, abro la puerta sigilosamente y la visón que mi luna me ofrece me corta al aliento, ella se encuentra en ropa interior contemplando la luna, jamás en mi miserable vida he visto semejante belleza, su cuerpo no parece haber pasado por dos embarazos, ella es perfecta, sus largas piernas, su estrecha cintura, esos hermosos pechos que se alzan con soberbia ante mi, su vientre plano, un vientre que después de esta noche alojara un cachorro, un hijo mío, el único hijo que la llamara madre, me acerco sin hacer ruido a ella, la tomo por los hombros y la acercó a mi, quiero que me sienta, que se de cuenta de cuanto la necesito, del fuego que quema mi cuerpo, de esa necesidad primitiva y posesiva que siento por ella, deseo fervientemente borrar cualquier rastro del imbécil de Ángel de su cuerpo, solo quiero que huela a mi.

- Por favor Luna, no me rechaces, te necesito tanto que duele, dejame demostrarte cuanto te amo, dejame enseñarte a amarme- pido cuando la siento tensarse por mis manos en su cuerpo.

- No quiero Damon, no me obligues, tal vez mañana, te lo ruego - pide en un susurro, no voy a ceder, bajo mis manos hasta sus senos, los acarició, son tan suaves, llenan mis manos, siento sus pezones erguirse por y para mi, su mente es la que se niega a amarme, yo se que me desea, puedo oler su excitación.

- No, hoy vas a ser mia, quieras o no - mi voz salió ronca por el deseo que hierve en mi cuerpo.

Marcala, hazla nuestra, no la dejes ir... La voz de mi lobo me habla.

La acerco a la luz de la luna y la volteo, la luz que desprende la luna ilumina su piel y es mágico, parece irreal, de sus ojos bicolor nacen lágrimas que me enfurecen y me hacen perder la poca cordura que me queda.

- Desnudate - pido con voz gélida, ella me ve con expresión de miedo y asombro, niega freneticamente.

- Me escuchaste, desnudate para mi, es hora de que entiendas que soy tu dueño.

- Damon te lo pido, te lo imploro, no me obliges a esto.

- Eres mia, yo hago contigo lo que quiera- dije rompiendo sus bragas y sujetador de encaje, los restos de tela cayeron a el suelo, y se arremolinaron a sus pies, mi vista viajo desde su cabello hasta sus pequeños pies, solte un suspiro al imaginar lo que sería ser solo una persona, el estar unidos fisicamente, ella trato de cubrirse pero tome sus muñecas evitandolo.

- Nunca, nunca te tapes de mi, no trates de evitar que vea lo que me pertenece - me acerque a ella y tome sus labios con fuerza, explorando hasta el más minimo lugar, pero por más que trataba de seducirla ella no respondía a mis caricias.

- Besáme - exigí con un rugido

- Yo no quiero, no me obliges - imploro una vez más. Perdí el control al imaginar que a aquel idiota se entregaba con pasión y a mi me hacia rogar por un maldito beso. Empece a besar su cuello, ignorando sus súplicas y ruegos, la recargue en la pared y mi boca empezó a descender a travez del valle de sus pechos, en cuanto mi lengua lamió una de sus simas rosadas, mi lobo aulló en extasis, con mi rodilla abri sus piernas para posicionarme cerca de su centro pero ella ponía toda su fuerza por no abrirlas.

- No más, no vas a impedirlo, vas a ser mía y por tu bien más te vale relajarte - empecé a desvertirme, en el momento que la última prenda cayó de mi cuerpo, mi erección estuvo en libertad exigiendo liberación. Cubrí nuevamente su cuerpo con el mío, la sensación de tener su piel cerca de la mía sin barreras de por medio fue una sensación maravillosa.

- Rodéame con tus piernas.- ella hizó lo que le pedí, y de un solo embiste entre en ella, gemí de placer y ella solo solto un quejido de dolor y la sorpresa.

- ¡Dioses!, es la sensación más placentera que eh sentido.- besé cada uno de sus ojos borrando con ternura aquellas lágrimas que ahora salían con más fuerza, eso no me iba a detener. Empecé a mecerme en su interior tomandola por las nalgas, ella cerró fuertemente los ojos para no verme, eso dolió como un cuchillo entrando en mi corazón.

- ¡Mirame, recuerda quien esta dentro de ti!, querías un hijo ¿no? Yo te lo voy a dar luna. - dije entre gemido y gemido, la embestí con más impetu, sentía el orgasmo cerca, sentía como mis muscúlos se tensaban alrededor de sus estrechas paredes, unos minutos despúes sentí tocar el cielo y derrame mi semilla en su interior.

- Te amo Luna - dije posando mi frente sobre la suya.- Por favor dime que también me amas, aunque sea mentira dime que me amas como yo a ti.- implore en un susurro, anhelaba tanto oirla decir esas palabras, pero esas palabras jamás llrgaron, ella sólo me abrazó por el cuello y empezó a sollozar, sin salir de su interior nos acoste en la cama y nos cubrí con la sábana. Despúes de casi una hora ella se durmió con el rostro mojado, no pudé dejar de observarla, era tan hermosa y era mía, por fin era mi mujer.

- No hay manera que ahora te alejes de mi, sólo la muerte te alejara de mi lado.

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Gracias por sus votos y comentarios, espero que el capitulo sea de su agrado.

Secuestrada por un hombre lobo #Watty2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora