Capitulo 14

16.6K 1K 102
                                    

El funeral fue lo más difícil, recibir a la gente, ver las caras de lástima, y observar una caja cerrada, una caja que contenía a el amor de mi vida. Mis hijos se encontraban sentados, vestiditos de negro, sentados ajenos a todo ó al menos eso creía yo, mi hijo se acercó y se sento a mi lado.

- Papá, ¿ mi mamá esta en la caja?.- preguntó con la vista en el suelo.

¿Cómo le dices a tu hijo de seis años que su madre murió?

- Si campeón, mami está ahí.-

- ¿Se fue a el cielo cómo mi hamster?.- los ojos se me llenaron de lágrimas por la inocensia de mi hijo.

- Si hijo, estoy seguro que desde dónde este nos va a cuidar.-

- ¿Porqué se fue?, ¿ ya no nos quiere?.- levantó la vista del suelo, con los ojos inundados de lágrimas.- Yo quiero a mi mami. Todos los niños de mi escuela tienen a su mamá.- los sollozos salían de su pequeño cuerpecito.

- Mami nos ama, hijo, jamás dudes de eso, ella no eligió irse, es sólo que Dios necesitaba más ángeles y la mando llamar.- dije sentandolo en mi regazo acariciando su cabello.

- Por favor papá dile a diosito que deje que regresé, que prometo portarme bien.-

No lo soportaba, no soportaba ver a mi hijo en ese estado. Me sentía tan débil, tan roto, tan desesperado. Acuné a mi hijo hasta que se durmió. Lo llevé a su habitación, una amiga de Vanessa cargaba a mi princesa dormida, la tomé en mis brazos, le di las gracias con la mirada y la subí a la habitación de su hermano.

Baje a la sala sintiendome hundido me acerque a el ataud, lo acaricie, pensando que estaba viviendo una pesadilla, y que pronto despertaría y ella me abrazaría y me diría que todo estaría bien. Pero no todo puede ser así, en mi mente no dejaban de aparecer imágenes de ella, las lágrimas no dejaban de salir.

- Te amo Vane, te prometo cuidar de ellos, les hablare de lo hermosa que eras, de cuanto nos amabas, de lo buena que eras, solo te pido que cuándo puedas me vengas a visitar en sueños bebé.- pedí dandole un beso a su ataud.

(...)

Una semana había pasado llorando día y noche, iba saliendo de mi trabajo cuándo un señor me abordó en la calle, era alto y robusto.

- Disculpe usted es el Sr. Rivas.-

- Si en que puedo ayudarlo.-

- Me gustaría tener una palabras con usted en privado.-

- No veo de podríamos hablar, yo a usted no lo conozco.-

- Creame le interesa, es sobre su esposa.- su comentario me cayó como un balde de agua fría.

Lo vi de nuevo buscando en su rostro algo conocido, si alguna vez lo había visto pero no, jamás lo había visto. Pero algo dentro de mi decía que tenía que escuchar lo que tenía que decirme.

- De acuerdo tiene media hora.-

Entramos a una cafetería cerca de mi oficina. Pedimos un par de cafes una vez la mesera los dejo, deje salir un suspiro debido a el incomodo silencio que nos envolvia.

- Bueno voy a decirle esto sin rodeos.- esperé a que dejara el misterio y hablara.- El cuerpo que enterro la semana pasada no es su esposa.-

Mi cuerpo se tensó de inmediato, me levante cual resorte.

- No puede jugar con este tipo de temas señor.- dije acusandolo con el dedo.- Jamás vuelva a hablar de mi esposa.

- Sientese por favor, lo que le digo es cierto, ella esta viva, se encuentra en una casa a las afueras de la ciudad. Si no cree en mi, ¿cómo se que el cuerpo encontraron un relicario que usted le regalo?.- mi cuerpo se debilito y me desplome en el asiento que antes había ocupado.

Secuestrada por un hombre lobo #Watty2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora