-¡¡Dejame salir Damon!!- pedí a gritos. El muy cobarde me había encerrado en la habitación.- Maldita sea no puedes tenerme encerrada por siempre.- golpeé la puerta con mis puños.
¡Basta!, tienes que pensar no vas a salir de aquí haciendolo enojar. Piensa, piensa, usa la cabeza fría. Ya podrás vengarte despúes.
Un rato despúes me encontraba sentada al pie de la ventana, viendo a el cielo la luna estaba hermosa,estaba a lo alto del cielo, era tanta la luz que desprendía que me sentia hechizada, de repente escuche un aullido, era un aullido que se escuchaba demasiado cerca, busque con la mirada y lo vi de nuevo, era aquel lobo gris de mis pesadillas, el mismo lobo que vi antes de desmayarme. Veía en dirección a la ventana donde me encontraba observandolo, solo nos veiamos el uno a el otro, podrían llamarme loca pero había algo en el que me recordaba a Damon, ¿que locura no?. Deje de prestarle atención y regresé mi vista a la luna, me sentia tan sola, extrañaba tanto a mis hijos, hacia tanto que no los veía, que no los abrazaba, que no los escuchaba, mis manos fueron directo a mi vientre, un vientre que se encontraba vacio, ¿porque a mi?, yo no merecia esto, mi bebé no nacido no lo merecía, mis ojos se inundaron de lágrimas, no quería estar aquí, él es quien debería estar muerto no mi hijo, el sonido de la puerta me hizo voltear, era Damon traía consigo una bandeja de comida.
- Te eh traido algo de comer.- dijo mientras dejaba la charola sobre la mesa de noche.
- No quiero nada que venga de ti.-
- Luna - levante una ceja, demostrando que no era ese mi nombre.- Lo siento Vanessa es que para mi eres tan hermosa como la luna.
Bufé con incredulidad, tan hermosa como la luna, hay aja, lo único que teníamos en común la luna y yo es el eterno estado de soledad en el cuál nos encontramos.
- Eso es algo que no me interesa.-
Un apice de dolor cruzo por su mirada antes de tornarse fría.
- ¿Que es lo que necesitas para amarme?.- preguntó con desesperación.
- Dejame ir.- pedí acercandome a el con cautela.- Por favor dejame ir, no puedes forzar el amor, lo siento pero no puedo amarte.
Su mirada se ensombrecio más si era eso posible.
- No, no puedes irte, que no entiendes que te necesito, que te amo con locura, que eres mía. - imploró tomando mis manos, no me importaban sus razones, solté mis manos de un tirón, las limpie en mis pantalones, el me ofreció una sonrisa cruel .-
-Sabes Vanessa tus bastardos todavía son muy pequeños, hoy en día los accidentes pasan con demasiada frecuencia. ¿No quieres que algo malo les suceda, o sí?.
No, el no podía dañarlos, que hiciera conmigo lo que quisiera pero no iba a permitir que tocará a mis hijos.
- Que...que estas diciendo, ¿me estas amenazando?.- el miedo se notaba en mi voz.
- A estas alturas Vanessa, ya deberías de saber que soy capaz de lo que sea por tenerte a mi lado.- dijo quitandose una pelusa inexistente de su brazo.
- ¿ Porque yo?, no entiendo, yo no te conozco, por favor apiadate de mi, dejame ir, no le diré a nadie, que me tuviste encerrada, solo, solo dejame libre.- pedí al borde de las lágrimas.
-¿Porque tendrían que importarme tus deseos, si a ti no te importan los míos?.-
- Te lo imploró, no los lástimes, ellos no tienen la culpa.-
- La vida de tus bastarditos y del imbecil ese esta en tus manos, tú tienes la última palabra.-
¿Cómo habiamos llegado a esto? Dios tenía que hacer lo que quisiera este loco para mantener a mi familia a salvo.
- No por favor, no les hagas nada, si tanto me amas dejame ir, no me condenes a vivir contigo.- deje mi orgullo de lado y caí de rodillas ante el.- por favor Damon...
El se puso de rodillas enfrente de mi, limpio mis lágrimas con sus pulgares, lo observe y su mirada solo reflejaba amor, pero yo sabía que era un amor enfermizo, egoísta. No podía evitarlo lo odiaba, lo haría confiarse, no importaba nada más que salir de aquí, huiría y una vez con mi familia nos iriamos lejos, dónde el jamás nos encontrara.
- Dame una oportunidad, deja de lado lo malo que eh hecho y yo te doy mi palabra que ellos estarán bien.-
- De acuerdo.- sentí que estaba vendiendo mi alma a el diablo. Una sonrisa de triunfo nació en su rostros, sus ojos negros bailaban de alegría.
Es por ellos, es por ellos, recordaba en mi mente mientras sentía sus labios sobre los míos, esa fue la primera de muchas noches dónde el tomo mi cuerpo, parecía que jamás se cansaba de estar en mi interior, cada enviste, cada beso me hacia odiarlo más.
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Unos ruidos me despiertan en la madrugada, Damon no esta a mi lado, han pasado tres semanas, donde me eh dedicado a conocer bien la casa, me eh memorizado sus horarios, mi cabeza a empezado a formar un plan de escape, me levantó de la cama, decidida a averiguar que es lo que esta haciendo ese ruido.
- ¿Damon?.- bajé las escaleras, escuchando cada vez más cerca esos ruidos, eran jadeos de dolor.
- ¿Damon eres tú?.- pregunté abriendo la puerta de la sala.
Damon se encontraba tirado en el piso retorciendose de dolor, podía escuchar sus huesos crujir.
- A...alejate...de...de aquí.- dijo entre cada jadeo.
Todo sucedió demasiado rápido, su cuerpo empezó a cambiar su piel se volvió un brillante pelaje gris, su boca tomo la forma de un alargado hocico, un parpadeo, dos parpadeos y lo que antes había sido un hombre ahora era un enorme y atemorizante lobo gris.
Damon era el lobo gris que tantas veces había visto, era un hombre lobo.
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¡¡¡¡Tacha-cha-chan¡¡¡¡¡ Vanessa ya sabe que es un hombre lobo.
¿ Que sucedera a partir de ahora?
¿Que opinan del hecho de Damon amenazando con dañar a los hijos de Vanessa?Gracias por sus votos y comentarios, dejenme saber su opinión, esperó que la novela las sorprenda. Recuerden que sus comentarios y votos son nuestro pago.
Saludos y hasta el próximo capitulo.
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Secuestrada por un hombre lobo #Watty2015
Werewolf- Tu eres mía - dijo acorralandome en la pared - No entiendes que te odio - dije tratando de quitarlo encima de mi - arruinaste mi vida, me separaste de mi familia, ¡¡ lo mataste!! - las lágrimas empezaron a salir de mis ojos sin remedio, al recorda...