𝑺𝒂𝒕𝒆𝒍𝒍𝒊𝒕𝒆 | luke hemmings

3 | hello again

—Bien esto es todo por la reunión de hoy, pueden seguir con su trabajo.

Después de eso todos se pusieron de pie y salieron de la oficina, lo más seguro era que todos irían a comer, Juliette se tomó su tiempo para acomodar sus notas y papeles, desde su asiento pudo ver como muchas personas se mostraban interesadas por el rubio de ojos azules.

Luke era una persona muy carismática, las personas se acercaban a él por la amabilidad que desprendía con cada parpadeo, por eso había elegido estudiar relaciones públicas y publicidad, se esforzó demasiado para tener esos títulos. Muchas personas se sorprenden al saber que el chico tan solo tiene veinticinco.

—¡Juliette! —llamó su padre desde dónde se encontraba. Aquel llamado captó la atención de todos, incluyéndolo a él—. ¿Podrías venir?

Juliette no respondió, se limitó a darle una sonrisa cordial a su padre y asentir con la cabeza, dejó sus cosas en la mesa y se levantó de la silla para ir hasta su padre, mientras iba a él, se acomodó el saco de su traje y caminó con normalidad, aunque estaba algo nerviosa de volver a verlo.

—¿Pasa algo señor Harrington? —preguntó amable.

Ella no acostumbraba a llamarlo papá en el trabajo, ella sabía perfectamente que tiene que mantener las relaciones familiares fuera del trabajo, porque estás suelen traer problemas.

Hace tres años, cuando Juliette se unió a la compañía muchas la criticaron al saber que era la hija del director y dueño de la empresa, muchos creyeron que por eso tenía el puesto que tenía, pero aquello no era cierto, ella se había esforzado demasiado para llegar hasta donde estaba, sí, su padre era el dueño, pero no por eso le dio el mejor puesto.

Él le haía dicho que tenía que ganarse las cosas con esfuerzo y dedicación.

—Quisiera presentarte al señor Hemmings —dijo con una sonrisa.

Luke se disculpó y despidió de las personas que estaban a su alrededor para darle al señor Harrington toda su atención, encontrándose a unos metros de la pelinegra, les dio a una sonrisa para tratar de ocultar su nerviosismo.

—Juliette, él es Luke Hemmings —presentó al rubio—. Luke, ella es Juliette Harrington —sonrió orgulloso—. Mi hija.

«¿Será este el momento indicado para decirle lo de Luke?» aquella pregunta estaba atormentando a la chica, Luke volteó a verla y le dio una sonrisa, parecía que tenía todas las intenciones de hablar, Juliette era bastante consciente de que Luke podía decirle a su padre lo que ocurrió con ella en el pasado, por lo que fue mucho más rápida que él.

—De hecho Luke y yo ya nos conocemos, papá —susurró.

—¿En serio? —preguntó viéndolos a ambos.

—Así es señor Harrington, Juliette y yo ya nos conocemos.

—Lo hacemos desde hace mucho —agregué sin apartar la vista del chico.

—Vaya, realmente no esperaba esto.

«¿Era una buena idea decirle que habíamos sido novios en la secundaria?, por lo que veo no lo recuerda.» El ambiente se había vuelto incómodo, por lo que su padre rápidamente inicio una conversación diferente, una que no fuese sobre ellos.

Ambos estuvieron agradecidos por ello. Fue un gran alivio, conversar de otra cosa. Y justamente cuando la conversación parecía no tener algún fin, el señor Harrington se disculpó y se fue ya que tenía que atender un asunto importante. Dejándolos a solas.

Ya todos se habían ido de la sala de reuniones, ellos eran los únicos allí.

—Hola —dijeron al unísono.

Sus voces se habían mezclados, ambos se vieron algo avergonzados y rieron por la situación.

—Hola de nuevo —murmuró el rubio con una sonrisa.

—Hola, que inesperado verte aquí.

—Digo lo mismo, realmente no esperaba que mi jefe temporal sería tu padre.

—El mundo es muy pequeño.

—Realmente lo es...pero creo que ha sido bueno verte de nuevo Juliette, ha pasado muchos años desde la última vez que nos vimos.

—Sí...han pasado muchísimos años, veo que ya no tienes el lip ring, ¿qué le ha pasado?

—Creerás que es una estupidez, pero perdí el aro en una fiesta. Digamos que perderlo en esa fiesta fue un favor, ya había atenido varias llamadas de atención por él en el instituto.

—Era de suponerse —sonrió—. Tenías diecisiete cuando te lo hiciste.

—Sí, era de esperarse, lo más gracioso es que cuando el primer aviso le llegó a mi mamá se sorprendió mucho —rio.

—Lo creo...¿qué tal ha estado Liz?

—Ha estado bien, gracias por preguntar. ¿Qué hay de tu madre? ¿Cómo está ella?

Juliette apretó los labios, forzando una sonrisa.

—Luke...mi mamá falleció hace cinco años.

El rostro de Luke palideció, realmente no esperaba escuchar eso, se quedó helado no sabia que decirle exactamente.

—Siento mucho escuchar eso Juliette, no tenía idea...de haber sabido no habría preguntado —susurró—. En verdad lo lamento mucho.

—Está bien Luke —dijo sutil—. No te preocupes, tienes razón no sabias lo qué pasó con mi madre, cuando ocurrió habíamos perdido contacto completamente.

—En serio lo lamento mucho Juliette, debió de haber sido muy difícil para ti, para toda tu familia debió haber sido muy difícil.

—Lo fue...fue un poco más difícil porque no había nadie para mí, fue durante las vacaciones así que la mayoría estaba afuera del país.

El silencio comenzó a consumirlos y el ambiente se hizo denso, sin duda escuchar aquello había cambiado todo, Luke se sentía mal por Juliette, por haber pasado aquello sola, sin nadie que la reconfortara. Si tan sólo él se hubiera enterado, habría tomado el primer vuelo a Sídney para estar con ella y apoyarla.

Apoyarla tal y como ella lo hizo por él muchas veces en el pasado.

—Me duele escuchar eso Juliette —masculló—. Nadie merece vivir un dolor así estando solo.

—Lo sé...pero no estuve del todo sola, tenía a mi padre, ambos estábamos haciéndonos compañía.

Volvieron a quedarse en completo silencio, viéndose a los ojos, dejándose envolver por el silencio...Juliette sentía su corazón latir con rapidez, pero no podía determinar si aquello era por estar hablando de la muerte de su madre o por estar tan cerca de Luke. Él se sentía de la misma manera que ella.

Entonces la puerta de la sala se abrió, ambos dejaron de verse y voltearon a ver en dirección a la puerta, topándose con Skye, ella al verlos a ambos sonrió.

—¡Aquí están! —dijo aliviada—. El señor Harrington ha pedido sushi para todos, así que es mejor que vayan por su comida, seguramente tendrán hambre —sonrió.

—Por supuesto, enseguida iremos —respondió Juliette, devolviéndole la sonrisa.

Skye asintió y si más se fue dejando la puerta abierta. Se volvieron a ver una última vez.

—Tenemos que irnos.

—Eso parece.

Ambos fueron por sus cosas y salieron para dirigirse a la oficina que mayormente era utilizada para ir a comer.

Si todas las personas supieran sobre Juliette y Luke, seguramente creerían que son muy maduros al sobrellevar esta situación, que después de ocho años hayan dejado el pasado atrás y se traten como si nada hubiera ocurrido. Eso era cierto, pero solo en una parte.

Y es que aún existía cierto resentimiento por parte de ambos, pero era evidente que ninguno de los dos era capaz de expresarlo. Así que la mejor manera para evitarlo, era actuar como si nada hubiera pasado.