17 | friends

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Juliette jamás había pensado que alguna vez desearía que el tiempo pasara lento para que no saliera de su oficina pronto. No sabía cómo actuar después de lo que había ocurrido en la misma hace unas horas, aún sentían sus emociones hechas un desastre y como su mente se había encargado de hacerle recordar muchas cosas.

Ya era demasiado tarde y sabía que debía de irse a casa, pero ella también sabía perfectamente que él aún estaba en el edificio y no quería encontrarse con él por casualidad al salir.

Quizás esté actuando de manera exagerada y algo infantil, cuando ya era una adulta y sabía muy bien lo que había pasado y que también no podía permitirse que aquello le afectara, porque eran compañeros de trabajo.

Tenía que ser profesional.

Así que con un profundo suspiro abrió la puerta de su oficina para así poder ablandarla por primera vez en el día y dirigirse a su casa para cuestionar lo que había pasado esta tarde y como había permitido que hubiera llegado tan lejos.

Sus pasos eran apresurados, como si estuviera huyendo de alguien. Ya no habían muchas personas en el edificio por lo que era silencioso y hacía que el sonido de sus tacones resonara contra el suelo.

Sabía que una vez estando adentro del elevador las probabilidades de que él apareciera en su campo de vista eran menores. Cuando vio que las puertas se cerraban soltó un suspiro de alivio por no haberse encontrado con él.

Juliette espero pacientemente para llegar a la planta baja, fue antes de salir del elevador cuando recibió una llamada de Willow la cual atendió casi al instante.

—Hola —respondió feliz.

—Hola, ¿qué tal te a recibido la ciudad? —preguntó mientras avanzaba a la salida con pasos más calmados.

—De maravilla, ya extrañaba estar en casa —musitó—. Estaba diciéndole a Mason que deberíamos de ir a cenar, ¿quieres venir?

—Por supuesto, dime dónde y estaré ahí.

—Te mandaré la ubicación cuando hayamos llegado ahí.

—De acuerdo, nos vemos ahí entonces.

—Hasta entonces...

Y con eso la llamada terminó, tan pronto como salió del edificio tomó un taxi para dirigirse a su departamento, tenía que darse una ducha rápida y arreglarse, estaba algo incómoda con la ropa que había llevado toda la tarde. Era algo que necesitaba, así que no perdió mucho el tiempo una vez había llegado a su departamento.

Estaba terminando de vestirse cuando Willow le mandó la dirección del restaurante seguida de una fotografía de ella junto a Mason con un mensaje diciendo: "Te estamos esperando".

Juliette trató de apresurarse un poco más para no hacer esperar demasiado a sus amigos. Una vez salió del edificio tuvo que esperar a que su Uber llegara por ella, lo cual no fue muy tardado, estaba entrando al restaurante unos minutos después de haber salido de su edificio, el lugar tenía una pinta demasiado lujosa pero también muy hogareña.

En la recepción Juliette tan solo tuvo que dar el nombre de su amiga para que la llevaran a la mesa en la que estaban, mientras más se acercaba observaba el lugar. Escuchaba la música clásica en el lugar, el sonido de los cubiertos, las platicas de las personas, la luz cálida iluminando todo el lugar, los candelabros bastante delicados colgando de algunas mesas que hacían una perfecta combinación con el rojo de los sillones. Era un lugar hermoso.

Tenía una sonrisa dibujada en el rostro, bastante ansiosa por encontrarse con sus amigos y ponerse al día de lo que había ocurrido en sus vidas, en especial con Willow, que debido a su decisión de alejarse de la tecnología era un poco más difícil saber las cosas que le ocurrían desde su propia voz.

El mesero se había detenido indicándole que habían llegado a su mesa, pero instantáneamente su sonrisa se borró cuando vio que había una persona más. Una persona que no era uno de sus dos amigos.

—¡Juliette que bueno que hayas llegado! —exclamó feliz mientras dejaba su copa en la mesa—. Espero que no te haya importado pero invité a Luke a cenar, hace años que no lo veo.

La felicidad que irradiaba Willow en ese momento era descomunal, Juliette vio a sus dos amigos sentados junto a la persona que había besado hace unas horas, la misma persona que había sido su novio en la secundaria.

—De seguro debes de estar cansada, vamos siéntate —mencionó Mason señalándole la única silla vacía que estaba entre él y Luke.

Juliette trató de fingir su incomodidad por la presencia del rubio, así que se limitó a dar una sonrisa a su amigo, haciendo lo que él le había sugerido, no sin antes dejar su bolso en el perchero a un lado de su mesa junto a su abrigo.

—Espero no haberlos hecho esperar demasiado —habló tratando de verse normal.

—No te preocupes por eso, sabemos que eres una mujer muy ocupada.

—¿Ya han ordenado?

Desde que comenzó la conversación había evitado la vista de Luke a toda costa, porque sabía que si tan solo lo veía unos pocos segundos a los ojos se perdería de nuevo en el azul.

—No, estábamos esperándote. Luke igual llegó hace muy poco —dijo Willow tomando por primera vez en la noche la carta del restaurante—. ¿Ya habías venido aquí antes Luke?

Era una pregunta que estaba destinada al rubio y aunque el también quisiera pasar desapercibido no podía ignorar una pregunta que iba directamente a él, así que se aclaró un poco la garganta antes de hablar.

—He oído que es un buen restaurante, esta es la primera vez que vengo sinceramente.

—Esta también es la primera vez para mí —sonrió la chica—. Juliette, ¿tú ya habías venido antes?

—No, pero mi padre suele venir mucho aquí. Siempre lo menciona.

—Por supuesto, el señor Harrington ha estado en muchos restaurantes lujosos.

—Si, sabes que mi padre es un poco excéntrico si es sobre la comida, en especial la cena.

—¿Cómo está él?

—Se encuentra bien, bastante ocupado por el trabajo, pero bien.

—Que bueno es oír eso, espero verlo pronto.

—De seguro se alegrará al verte.

Juliette sabía que su padre quería a Willow como una segunda hija, no había tenido la oportunidad de decirle que ella estaba de regreso.

Y mientras seguían con la conversación, Juliette vio de reojo a Luke, notando que él de vez en cuando la veía, en especial cuando era su turno de hablar. Eso la hizo sentir muy, pero muy nerviosa.

𝑺𝒂𝒕𝒆𝒍𝒍𝒊𝒕𝒆 | luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora