5 | new life

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Lunes de nuevo.

Después de haberse ido antes de la cena Juliette no salió de casa en absoluto, tampoco atendió llamadas o respondió mensajes.

Necesitaba un tiempo sola y lo tuvo, pero no estaba segura de que fue suficiente. Esa mañana se vio obligada en abandonar su cama y prepararse un café para irse al trabajo.

Estaba secándose el rostro después de haber terminado de vestirse cuando llamaron a su puerta.

—¿Quién será a esta hora? —se preguntó para después comenzar a caminar en dirección a la puerta principal.

Era muy temprano, por lo que le sorprendió saber que alguien la estaba buscando. Abrió la puerta y se quedó helada al ver a la persona que estaba frente a ella.

—Hola hermosa —dijo sonriente.

—Mason, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó sorprendida—. Creí que no regresarías a Sídney hasta navidad.

—Y ese era el plan, pero he cambiado de opinión y he decidido venir a verte —se acercó para abrazar a la pelinegra—. Estaba extrañándote mucho en Noruega.

Mason Rand. Conocía a Juliette desde la universidad, habían estudiado juntos economía, su relación en la universidad fue muy buena, tan buena que hoy en día seguían hablando.

Ella le devolvió el abrazo a Mason casi de inmediato, Juliette también lo había echado de menos, hablaban casi todos los días por mensaje, pero tenerlo frente a ella era muy diferente.

—Vamos pasa —murmuró la pelinegra aún abrazándolo.

Tuvo que soltarlo para que pudiera entrar a su apartamento, Juliette se dio cuenta de que el chico no llevaba nada consigo.

—¿Cuándo llegaste a Sídney?

—Está madrugada, llegué aquí a las tres, creo que no planeé bien el viaje —rio algo nervioso—. Se ma había olvidado la gran diferencia horaria qué hay.

—Veo que fue un viaje bastante improvisado.

—Sí —se giró para ver a la pelinegra y darle una sonrisa.

—Estaba por servirme una taza de café, ¿quieres?

—¿Vas de salida al trabajo?

—Sí.

—Entonces tendré que declinar tu invitación, no quiero quitarte tu tiempo, solo venía a saludarte y ver si querías salir más tarde.

—Ya veo, me encantaría —sonrió—. Ha pasado mucho desde la última vez que estuviste en Sídney, ¿hace cuanto fue? —frunció los labios—. ¿Tres meses?

—Cuatro meses —corrigió—. Fue en tu cumpleaños.

—Cierto, ¿cómo pude olvidarlo? Ese cumpleaños fue muy memorable.

—¿Memorable? —sonrió divertido—. ¿Desde cuando se detenidos por la policía es divertido?

Juliette rio al recordar esa noche tan caótica, aun no puede recordar como es que terminó en la comisaría tomando un jugo de caja con Mason y Willow.

—Acéptalo Mason, esa fue la mejor noche de tu vida —dijo mientras se servía café en una taza pequeña.

—Nunca lo negué Juliette —respondió dándole una pequeña sonrisa cómplice —. ¿Cómo está Willow? Hace bastante que no sé de ella.

—Esta muy bien, nos vimos hace un mes...está muy ocupada con eso de ser una súper modelo.

—¿Qué no sabe que existen los celulares móviles? —frunció el ceño—. Le he mandado mensajes y no me ha respondido ninguno.

𝑺𝒂𝒕𝒆𝒍𝒍𝒊𝒕𝒆 | luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora