18 | the heart doesn't forget

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La noche marchaba bien...demasiado bien desde la perspectiva de Juliette, estaba tratando de actuar de la manera más natural posible, no quería que alguno de sus amigos se diera cuenta de algo, ellos preguntaran y terminara contándoles que el chico que estaba a su lado era su ex novio de la secundaria.

Quería evadir aquel tema lo más que se pudiera hacer.

Así que había decidido centrarse en otras cosas que no involucraran a el rubio, entre menos tiempo pensara en lo que había pasado en la tarde mejor sería para que flujo de la noche no se alterara.

—¿Cuánto tiempo te quedarás en Sídney? —preguntó Mason.

—Espero estar aquí hasta Año Nuevo, quisiera pasarlo junto a mi familia y con ustedes, así que es probable que me vaya el dos o tres de enero, aun no estoy muy segura de ello, sólo que tiene que ser durante la primera semana del año, porque ya tengo compromisos hechos con mi agencia —en su tono de voz podía notar lo agotada que estaba, creo que Willow no pensó que ser modelo sería tan cansando cómo lo estaba siendo—. Así que espero que salgamos más seguido, porque no sé cuándo estaré de regreso.

Desde que Willow se había metido en la industria de la moda, la veo menos tiempo, quizás dos veces al año o como máximo cuatro veces. La mayoría de sus trabajos eran en Europa y el viajar desde algún país europeo hasta Australia resultaba muy cansado.

—Dime Luke, ¿piensas quedarte de manera permanente en Sídney o planeas regresar a Estados Unidos?

Juliette quiso seguir viendo a su amiga, pero cuando su mirada se dirigió a la del rubio al igual que Mason hizo lo mismo, llevándose la sorpresa de que él estaba viéndola, quiso apartar la mirada, pero guardo la compostura a pesar de que sentía que estaba muriendo.

—No tengo una respuesta exacta para eso ahora, me gustaría seguir viendo si para mí es más conveniente seguir trabajando aquí o regresar Estados Unidos. Personalmente me gustaría quedarme, después de todo este seguirá siendo mi hogar, este fue el país en el que crecí, pero ahora toda mi vida estaba en Estados Unidos.

La pelinegra sentía que su corazón latía un poco más rápido de lo normal, debido a que todo lo que había dicho Luke, lo había hecho sin dejar de verla a los ojos, cómo si eso se lo estuviera contestando a Juliette y no a Willow. Lo que más llamó la atención de Juliette fue que el dijera "estaba".

Después de eso la noche siguió como lo había estado haciendo, aunque Juliette no podía sacarse de la mente las palabras de Luke. Ya habían pagado la cuenta y era hora de despedirse.

—¡Me encantó pasar la noche con ustedes! —exclamó Willow mientras les regalaba una sonrisa a todos—. Espero que lo repitamos pronto.

La chica comenzó a despedirse de Juliette para luego hacerlo con Luke...Mason sería quien la llevaría a su hotel, él se había ofrecido a llevar a Juliette igual, pero ella se negó, dijo que se iría sola, que agradecía la invitación, pero se iría sola.

—Nos vemos después —dijo Mason después de despedirse de Juliette.

—Adiós —les dijo a ambos una vez que estaban en el auto de Mason.

—Te quiero mucho Jules —dijo desde el auto.

Las únicas personas que la llamaban Jules eran Willow y Ashton.

—Yo también te quiero, vayan con cuidado.

—Por supuesto —respondió Mason.

Y con eso se despidieron de Juliette dejándola a solas en la acera con Luke. Quiso olvidar ese hecho por un momento y observar cómo el auto de su amigo se alejaba del restaurante.

—¿Tomarás un taxi? —preguntó detrás de ella.

—No, iré a dar un paseo antes de llegar a casa, buenas noches.

Juliette estaba decidida a caminar para alejarse, pero la voz del rubio la detuvo antes de que avanzara más.

—¿Crees que pueda acompañarte? —preguntó con cierta timidez y miedo en la voz.

Juliette se quedó parada sin ver atrás pensando en lo que el rubio acaba de decirle...

«¿Acompañarme? A caso esa era una buena idea teniendo en cuenta nuestra situación ahora mismo?»

—No es necesario que hablemos...sólo quiero caminar contigo esta noche.

Su voz era suave, tan suave como la noche en la que Juliette terminó con él, cuando su corazón apenas podía comprender lo que estaba pasando.

Ella no sabía que decir...¿que debía hacer?

Luke la observaba de espaldas esperanzado a que se diera la vuelta y me dijera que sí, que no había problema. Quería con muchas ganas que dijera eso aunque eso pareciera algo imposible ahora. Sabía que estaba pidiendo demasiado.

—Está bien...pero mantengamos una distancia —respondió sin voltear a verlo. Juliette sentía que si lo veía a la cara no podría ser tan firme como ahora.

Ella comenzó a caminar y su Luke en verdad quería hacerlo, la seguiría y fue así. Apenas había dado dos pasos y el rubio había hecho lo mismo, respetando lo de la distancia, no quería incomodar a Juliette, era lo que menos quería.

Pero después de ese beso, no había parado de pensar en el pasado e imaginar un futuro que nunca pasó. Uno donde nunca hubieran terminado, quizás ahora estarían felices caminando de la mano y quién sabe quizás hasta Luke podría tener ese privilegio de decirle mi esposa.

Sabía perfectamente que estaba haciéndose daño al imaginarse eso, pero lo podía evitar hacerlo. Juliette en algún momento fue su todo y su primer gran amor, uno que nunca pudo olvidar a pesar de los años.

Era como si ese sentimiento no hubiera desaparecido, sólo se hubiera congelado y se hubiera mantenido a salvo bajo una gran capa de hielo que estaba comenzando a derretirse desde el momento en que la volvió a ver.

𝑺𝒂𝒕𝒆𝒍𝒍𝒊𝒕𝒆 | luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora