Estamos lejos, estamos lejos del jardín del Edén

183 33 22
                                    



¡¡Advertencia!!
Este capítulo tiene descripciones gráficas de ABUSO INFANTIL , VIOLACIÓN Y MALTRATO FÍSICO. NO apto para MENORES. Se recomienda discreción. Si no puedes con las descripciones te recomiendo que saltes esa parte, no afectará en la lectura.

Ahora si que la disfruten <3






Hey...Hola.— Las comisuras de sus labios se elevaron formando una ligera sonrisa —¿De dónde viniste?— sus ojos se achinaron sonriendo más.

¿Por qué estas así niño? ¿Alguien te golpeó?— el pequeño estaba en silencio sin responder nada, solo veía detalladamente cada movimiento que aquel hombre hacía. —¿Dónde están tus padres?— los ojos del menor estaban muy abiertos y desorbitados.

Toma arrópate, estas temblando de frío.— al momento de darle la manta que tenía uno de los sillones, el pequeño intentó retroceder removiéndose en el asiento, indicando que no quería que se le acercara. —Está bien, Está bien, tranquilo no haré nada.— volvió a sentarse.

¿Cómo te llamas?— Seguía sin respuesta.

Bien, no sé por qué carajos estoy haciendo esto.— suspiró cansado de no llegara a nada con el infante. Hurgó en sus bolsillos sacando un celular en mano. —Llamaré a la policía.

¡¡NO!! La policía no por favor no puedes hacerlo, por favor.— Decía el niño mirándolo con ojos llorosos.

No llores, no llores, tú ganas, sin policías.— el alfa miraba el estado el chico, era impresionante ver el estado deportable en el que había llegado. Su piel estaba cubierta de moretones y raspones por las veces que se tropezó corriendo, heridas, quemaduras y sangre seca. —Llamaré a un doctor, ¿estás de acuerdo? Es alguien de confianza.— asintió ligeramente con la cabeza.

Muy bien.— Marcó unos números al azar y comenzó a llamar. —Hola com.

Ben estoy tan harta de que me interrumpas ¡Todo el maldito tiempo! ¡¡Y siempre cuando estoy trabajando!! ¡¡DIOS SIEMPRE ES LO MISMO!! TE HE DICHO QUE NO QUIERO VOLVER A TENER NADA CONTIGO, SOLO TIENES MI NÚMERO PARA HABLAR CON YUSAK!!— se escuchó como soltó un largo suspiro. —¡¡MIERDA!! Y ya no me molest.— los gritos de una mujer se escuchaban a través del teléfono.

Taira...es algo serio, es una emergencia.— el ruido cesó por unos segundos al escuchar la calma del alfa hasta que se volvió a escuchar una respuesta del aparato. —¿Qué es?.— el alfa estaba nervioso pues no podía decirle bien lo que estaba sucediendo con detalles.

Solo ven lo más pronto posible con el equipo de enfermeria, encontré un niño herido y...tienes que ayudarlo.— colgó la llamada.

Tocó el puente de su nariz arrugando el entrecejo, aquel hombre estaba frustrado. Volvió a poner sus ojos en el niño.

Ella era mi esposa, es una beta adicta al trabajo de carácter fuerte y yo soy un alfa adicto a las drogas, la pareja perfecta, ¿no crees?— Río bajo sin rencores. —Te caerá bien.— frente a ellos había una pequeña mesa en la que el alfa puso sus enormes pies tratando de relajar el ambiente.

Soy Ben, puedes llamarme como quieras, con que no sea incómodo para ambos estoy bien.— dijo desinteresado. —Te encontré temblando en mi garage, veo que todavía no paras de temblar, pero al menos ya no estás tan azul como antes.— opinó mirándolo de reojo dándose cuanta que seguía titiritando. —¿Tus padres te hicieron esto?.— indicó al niño preguntándole por su aspecto.

El jardín de las delicias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora