Rose

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—Hola a todos, soy la profesora Alisson de primer grado de secundaria, tengo 27 años, soy beta y me gustan mucho los perros, si tienen alguna duda sobre mi levanten la mano.— nadie lo hizo. —Veo que están un poco nerviosos, que tal si comenzamos haciendo una dinámica para conocerlos mejor, antes de iniciar la clase.— aplaudió dando media vuelta a su figura se dispuso a rebuscar en uno de los bolsos que llevaba. —Miren, lo que  vamos a hacer es que, a quien le toque esta pelota amarilla va a decirme su nombre y cómo les gusta que le llamen, edad, género y algo que le guste hacer por las tardes, ¿Entendieron?—

—Siii.— se escuchó en coro.

—Bien, si alguien quiere hacer más preguntas tienen que levantar la mano en orden, empezamos.— lanzó la pelota. Los chicos a quienes les tocaba siguieron las indicaciones, respondiendo lo debido hasta que le tocó al pelinegro. Este no quería participar, pero si no hubiera atrapado esa pelota, habría chocado con su cara, dejándolo en un total y vergonzoso ridículo.

—Soy Yusak Everett Muller, pueden decirme por mi nombre o apellidos no me importa, hace no mucho cumplí 13.— demostraba desinterés y aburrimiento, despertando el lívido e incrementando las hormonas en las chicas pues consideraban  que ese tipo de actitud era sumamente atractivo. —¿Qué seguía?—

—Lo que haces por las tardes y tú genero.— recordó la maestra.

—Así, soy alfa y...— se quedó pensando. —Me gusta hacer deporte.—

—¿Tienen alguna otra pregunta, clase?— una chica de unos claros ojos azules alzó su mano. —Adelante.—

—¿Tienes novia?—

—No.—

—¿Te gusta alguien?— pregunto otra que estaba al lado de la chica.

—Si.— las chicas se emocionaron.

—¿Va en esta escuela?— volvió a preguntar la misma.

—Eh...si.— un rojo vivo sobresalía alrededor de sus mejillas manchándolas, dándoles vida y color, pues en su mente veía claramente la imagen del omega sonriendo deslumbrante especialmente para su persona.

Los gritos excitados de el grupo de chicas eran bastante altos, no podían negar que ese chico alfa era realmente atractivo, a pesar de su corta edad tenia las facciones marcadas, altura perfecta acorde a sus años, voz más varonil y desarrollada a comparación a la de sus otros compañeros y un cuerpo atlético de en sueño.

—Basta niñas.— dijo divertida la profesora. —Yusak, pasa la pelota a quien tú quieras, menos a quienes ya hayan pasado.— no estaba prestando atención, por ende no tenía ni la más remota idea de quien pasó anteriormente. Lanzó la pelota a una de las chicas, siendo atrapada por la rubia de ojos azules.































—Buenos días maestra.—

—Buen día clase, permanezcan en silencio.— acomodo las cosas que ocupaban el escritorio. —No me gusta hacer dinámicas para conocerlos, sinceramente creo que es una pérdida de tiempo para distraer a los alumnos, pero, les contaré una historia.—

—¿Saben como comenzó el mundo?— negaron. —Hace miles de años nuestro planeta estaba plagado de simples humanos, como yo, que soy una beta, pero, debido a un gen mutante el ADN de las nuevas generaciones cambió, volviéndonos seres más primitivos y con mayores capacidades.— la profesora pasaba entre las filas mientras contaba la historia de los antepasados. —¿Han oído hablar de la leyenda del rey tirano?—

El jardín de las delicias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora