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"El guerrero que tiene mayor facilidad para adaptarse a lo inesperado es el que vive más tiempo."
CHRISTOPHER PAOLIN
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Otro día había comenzado y como consiguiente debía cumplir mi deber estudiantil y asistir a clase. Por suerte, desde hace una semana, ya no quedaba rastro de las heridas causadas en mi cuerpo por culpa del hermano pelirrojo. Sin embargo, sí que había algo dañado y era mi relación con algunos Asura. No es que me duela que nos estemos distanciando, que estén tristes o algo por el estilo. Simplemente no quiero que mis planes se vean truncados.
Demian y yo estábamos en un punto de inflexión, de cierta forma ambos sabíamos que queríamos hablar el uno con el otro, pero desde su ataque no sabíamos que decir. Por mi parte, mi razón para hablar con él es porque me brindaba bastantes oportunidades a la hora de manipular a sus hermanos, además que ahora necesitaba información sobre las madres de los Asura y él era quien más daba su brazo a torcer. Es obvio que también cuento con otro hermano, Dorian, pero me dejó en claro que no debía preguntarle por sus asuntos. Si he de ser sincera, el motivo por el cual Demian deseaba hablar conmigo me era desconocido, quizás fuese que extrañaba la diversión que nos brindábamos con nuestro mutuo coqueteo.
Por otro lado, la situación con Astaroth andaban bastante incómoda desde que vio mis hematomas en la espalda, creo que se apiadó de mí.
Mientras tanto mi relación con el resto de los Asura seguía siendo la misma, Alaris y yo nos seguíamos utilizando mutuamente, Dorian continuaba siendo mi compinche y Viktor era cercano pero distante.
Fuese como fuese ahora estaba en clase y más aburrida que nunca ¿La razón? La ausencia de Erica. Aunque no lo aparentase hablábamos con bastante frecuencia, ya fuese en persona cuando nos veíamos en clase o mediante el teléfono móvil antes de irnos a dormir. No me gusta ponerme sentimental pero perder esta amistad va a ser doloroso, de todas formas, la iba a perder ya fuese por mi marcha cuando de la mansión o por el reciente y desconcertante descubrimiento sobre el aún misterioso vínculo entre Iris y Erica.
Aún así, después de todo sigue siendo mi amiga por el momento, tengo que estar atenta para poder pasarle los apuntes y deberes del día, pero aún me seguía causando cierta curiosidad que evitase revelar el motivo de su ausencia alegando en un tono bastante seco, el cual me pilló de improvisto, que faltaba por asuntos personales en los que no debía indagar.
— Erica, ¿en qué lío estarás metida? — pregunté en mi cabeza.
La clase ya había iniciado y como de costumbre un conocido pelinegro hizo acto de presencia tarde. Se sentó a mi lado en un silencio sepulcral para cruzarse de brazos, inclinando ligeramente la cabeza a la derecha preparándose para continuar garabateando en su libreta.
Pese a que el muchacho estuviera sentado a mi lado decidí ignóralo, quería poder tomar apuntes para pasárselos a Erica aunque los citrinos del contrario me observaban de forma intensa causándome un sentimiento de incomodidad.