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Necesitaba un soldado. Tú deseabas un padre.
Bueno supongo que ambos nos decepcionamos.
Stick y Matthew Murdock
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La siempre aclamada y amada luz lunar iluminaba una desgarradora escena. Muchos dicen que ver a una mujer llorar es algo doloroso y más si es una niña, pero lo realmente hiriente es ver como las barreras de seguridad que una persona ha forjado para que el mundo que le rodea no le haga daño, se derrumban como si dicho muro estuviese hecho de naipes que con tan solo un simple y sutil suspiro se desplomasen. Esa era exactamente la escena que Demian estaba contemplando en estos momentos, el de hebras rojizas me abrazaba y apretaba contra su pecho intentando tranquilizarme, la desesperación era notoria en su ser, no sabía cómo poder ayudarme y se delimitaba a hacer lo que había observado de terceros, al fin y al cabo, a él tampoco lo ayudaron cuando estaba desesperado y no tenía un buen ejemplo que imitar.
Tanta información era abrumadora y desconcertante, bien era cierto que desde hace un tiempo había tenido mis sospechas pero me negaba a aceptar que mi padre se hubiese acostado con otra persona que no fuese mi madre, y si no fuese suficiente mi madre no es mi madre sino una pobre chica obligada a vivir con Snyder y yo un constante recuerdo sobre su infidelidad al ser fruto de esta.
Me da igual que Malik me hubiese parido, me da igual que Edith estuviese obligada a vivir con nosotros y me da igual que Edith delirase constantemente a causa de su malestar mental causado por un monstruo de cabellos oscuros. Edith Zatari era y es mi madre, ella hizo todo lo posible por cuidarme y sé que ella me amaba. Madre no es quien te pare sino quien te cría, y a mí me crio ella, no Malik y tampoco Snyder, fue ella.
¿Pero cómo es posible que una persona por la que has dado todo te devuelva tan poco? Tras la muerte de Edith, Snyder parecía consternado y afligido que no salió de casa durante días, fue la vez que más tiempo pude pasar de seguido a su lado, empero todo resultó ser una vil e infame farsa.
Si no fuese poco el hecho de que me mintiera y engañase, él había mantenido cautiva a mi madre durante años en una casa perdida en el bosque con la compañía de una niña que ni siquiera era suya.
La casa siempre fue fría y solitaria, nunca salíamos porque en teoría nuestra vida peligraba al buscarnos Uziel Asura , y Snyder era quien se arriesgaba como un héroe para buscar comida y mantener nuestro anonimato. Falacias, él salía a divertirse a vivir su vida, a tener experiencias y a tirarse a otra mujer en vez de cuidar de quien juró vengar tras su muerte.
Snyder vivió y disfrutó de su vida adulta y juventud, juventud que a mí me fue arrebata. Ya me daba igual que papá nunca estuviera presente, yo no quería estar sola y por su culpa me escapaba de mi hogar al pueblo más cercano para acostarme con cualquiera y llenar ese vacío que había y sigue habiendo en mi corazón. Hombres, mujeres, de uno en uno, de dos en dos o de tres en tres, daba igual con cuantos estuviese ya que nunca me sentía completa.
