~•°Capítulo quince °•~

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Viernes de la semana en curso (así es, ya pasaron cinco días), día en que la mayoría de clubes tienen día de actividades.

—¡EMPECEMOS YA, PROFE! —dijo Geist muy animada. Se encontraba en el club de literatura; se encontraba ella y algunos más en la biblioteca.

—SHHHHHHH... Guarda silencio —dijo Shura, el maestro encargado del club.

Geist se quedó calladita.

—Bien... Ahora sí, empecemos —dijo Shura en voz baja—. Cada uno tome uno de los cuántos libros qué tenemos aquí, busquen un lugar para leer y nos vemos en media hora aquí mismo para comentar que les pareció.

Todos los presentes fueron en busca de un libro de su agrado. Geist, quién no sabía bien qué tipo de libro escoger, iba recorriendo los estantes en busca de algo llamativo.

—Veamos... ¿«Las mil y una noches?» No. ¿«El Conde de Montecristo»? Tampoco... ¡AHH! No hay nada chido aquí...

Al no encontrar algo de su agrado, Geist volvió dónde el maestro. Fué dónde el, qué estaba sentado sobre el escritorio, y se paró enfrente de él.

—Mande —dijo Shura no despegando la vista de su libro.

—Profeeeeee... No sé que leer.

—Veamos —Shura cerró su libro—. ¿Que te gusta?

—Andar fastidiando —dijo Geist mientras le sacaba la lengua.

—Sobre literatura.

—Ah... En ese caso... ¡El pollo frito!

—Eso es comida... —dijo Shura con cierto fastidio.

—¿La ópera?

—ESO ES UN GÉNERO MUSICAL.

—¿Ricardo Arjona?

—¡ESE ES UN CANTANTE!

—Entonces tomaré... —Geist miraba qué cosa libro escoger—. ¡ESTE!
Geist tomó el libro de Shura y salió corriendo por toda la biblioteca. Shura entró en cólera y rápidamente fué tras ella corriendo.

—¡NO JUEGUES CON ESO! ¡ES ALGO MUY FRÁGIL! —dijo Shura fuertemente.

Geist hizo caso omiso y en su lugar se puso a darle una hojeada en sus manos.

—Veamos qué hay por aquí... —Geist pasa algunas páginas—. ¿«»? ¡No sabía que le gustaban este tipo de cosas, maestro je, je, je! —Se burló.

—SOLO LO LEO PO-POR... ¡LA TRAMA! —bramó Shura con cierta vergüenza.

Siguieron corriendo por los pasillos, dándole varias vueltas mientras Shura le gritaba a ella. No fue que se detuvieron hasta qué...

—¡¿QUE ES TODO ESTE ESCÁNDALO?! —la bibliotecaria había morada todo el ruido—. No lo hubiera imaginado de un maestro cómo usted, Shura —le estaba dando una reprimenda—. ¡Ambos fuera de aquí!

Geist y Shura salieron de la biblioteca, ambos estaban parados fuera de ahí, Shura tenía una enorme cara de vergüenza.

—Tenga, maestro... —Geist le entregó el libro que estaba leyendo.

Shura solo que le quedó mirando. Tomó el libro y se quedó ahí parado. El aura del lugar era muy incómodo, pues ninguna estaba haciendo ningún ruido.

«¿Será que ya podré irme...? —pensó Geist— ¿El maestro estará enojado conmigo?». Geist procedió a hablarle.

—Este... Maes-

—LA CLASE DE HOY TERMINÓ —Shura salió rápido del lugar dejando a Geist con la palabra a flor de boca.

«¡¿QUÉ?! ¡NO ME DEJÓ TERMINAR!».
En eso Geist salió corriendo tras el: —¡Maestro, maestro! ¡Maestrito! ¡No sé enojeeeeeee!

~•°LCDZ en la Escuela°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora